Un total de 136 municipios alicantinos deberán presentar un nuevo procedimiento antisísmico en un plazo de tres años, aunque este calendario podría variar en función de las fechas que estipule el Consell en las próximas semanas. Este fue uno de los puntos principales del Plan Especial de Riesgos Sísmicos de la Comunidad, que presentó ayer en Alicante el conseller de Gobernación, Serafín Castellano.

Tan sólo cinco localidades de la provincia: Gata de Gorgos; Benisa; Calp; Benitatxell y Senija estarán exentas de renovar sus procedimientos de actuación en caso de que se produjera un terremoto. Estos municipios son los que presentan un menor riesgo sísmico, aunque Castellano aconsejó que dichos ayuntamientos también ejecuten un nuevo plan.

El responsable de Gobernación recordó que este nuevo procedimiento -llevado a cabo por técnicos de la Generalitat, la Universidad de Alicante y el Instituto Valenciano de Investigación- establece unos nuevos niveles de peligrosidad y de vulnerabilidad.

Castellano afirmó que espera que este plan sea una herramienta que nunca llegue a utilizarse, pero que la planificación es la mejor manera "para no dejar nada a la improvisación". Además aseguró que el nivel máximo que puede alcanzar la Comunidad en caso de seísmo es de grado siete, lo que provocaría desprendimiento de ladrillos y movimientos de mobiliario.