Dos hombres de 23 y 31 años han sido detenidos por, presuntamente, hacerse pasar por inspectores del gas para cobrar indebidamente por su supuestas revisiones y robar en el interior de los domicilios, habitualmente de personas mayores.

Según la Policía Nacional, estos dos individuos solían realizar una primera visita en la que se ganaban la confianza de la víctima y analizaban su poder adquisitivo, y dejaban para una segunda o tercera visita las estafas y sustracciones.

Los dos hombres fueron arrestados en una vivienda del barrio del castillo de San Fernando después de presentarse como operarios de la empresa "del butano".

La primera visita a este domicilio se inició el pasado 19 de abril cuando uno de ellos se presentó bajo el argumento de que tenía que revisar la instalación.

Mostró su carné de identidad y una acreditación de la compañía, que la dueña de la vivienda no llegó a examinar, por desconocimiento y buena fe.

Éste individuo accedió a la vivienda y revisó la instalación del gas, tras lo cual dijo a la inquilina que tenía que cambiarla, al igual que la alcachofa de la bombona, pues ya había caducado.

Por cambiar esas dos piezas, le cobró 165 euros y le dio una factura, mientras que le anunció que pasados unos días se presentaría un inspector del butano para ver si toda la instalación estaba correcta.

El día 26, a media mañana, se personó en el domicilio el mismo hombre, acompañado de otro al cual presentó como el inspector del butano.

Mientras la denunciante acompañaba al supuesto inspector del butano a que mirara los quemadores de la cocina, la bombona del butano y la instalación del gas y la salida de humos, el primer hombre se quedó esperando en el salón de la vivienda.

Los dos hombres se marcharon y la denunciante también abandonó la vivienda para realizar unas compras, momento en que se percató de que del interior bolso le faltaban ochenta euros que contenía.

Al regresar al domicilio se dio cuenta de que también le habían sustraído la factura por la reparación que le realizaron en la primera visita y 900 euros que guardaba en el salón para los gastos ordinarios de la casa (el primer individuo vio de donde cogía dinero para pagarle en la primera visita).

Denunció los hechos en comisaría y se dio la circunstancia de que tres días después recibió una llamada telefónica por parte de los mismos operarios de la "empresa del gas" comunicando que en media hora pasarían por su casa para reparar la salida de humos como habían quedado días antes.

La mujer avisó a la Policía, que procedió a la detención cuando los presuntos estafadores, con antecedentes, llegaron al domicilio.

Ante este tipo de situaciones, la Policía recomienda no facilitar la entrada a su domicilio a personas desconocidas, exigir siempre la acreditación a los representantes de servicios técnicos (gas, luz y agua) y confirmarla telefónicamente