La candidata por Alicante de la coalición Compromís, Mireia Mollà (Elche 1982), pisa el acelerador de la precampaña electoral con la vista puesta en afianzar la posición del partido en las Cortes Valencianas con un proyecto "plural y de respeto". Una alternativa, en definitiva, que espera que cobre forma en el próximo hemiciclo autonómico tras cuatros años de "histeria frenética" provocada por la realidad que "ha acompañado al Partido Popular".

Cuenta atrás a los comicios y a los esfuerzos del partido para conectar con el electorado. ¿Cómo se encara este nuevo pulso electoral?

Las perspectivas que barajamos son muy positivas en estos momentos y nuestro objetivo es el de avanzar y consolidar el proyecto político que defendemos desde ese tercer espacio de representación en el que nos movemos. La base es el compromiso que tenemos con la gente, un aval que se sustenta en el trabajo hecho y en el que nos comprometemos a seguir haciendo.

Una labor que desde el hemiciclo de las Cortes ha sido para usted, digamos bastante "intensa"...

La legislatura en el Parlamento Valenciano ha sido de histeria frenética dada la situación que ha provocado el Partido Popular. Por un lado ha sido una etapa marcada por la crisis y la ausencia de medidas efectivas para combatirla y por otra nos hemos encontrado igualmente sin respuestas y solos ante la petición de explicaciones ante casos de corrupción como Gürtel. La Cámara ha vivido muchas escenas desagradables llegando a las agresiones verbales y a la falta de respeto a los votantes que representamos pero no nos hemos mordido la lengua ante lo que es el PP de Francisco Camps

¿Cómo analiza la posibilidad de que el mando de la Generalitat esté de nuevo en manos del presidente Camps?

Parto de la base de que Camps caerá al final porque ahora mismo es una mera marioneta, creo que se encuentra en un estado de paro, de tránsito en el que ya se han disparado unas alarmas que no van a permitir que se salve. De todos modos nosotros, sean como sean los resultados, nos centramos en el trabajo, vamos a sentarnos a trabajar para apostar por el diálogo sin bajar la guardia.

¿Cree que la factura de la corrupción terminará finalmente por afectar al Partido Popular?

Estoy convencida de que la gente está despertando, que esos casos de corrupción están calando en el electorado y que se abre un camino para romper el bipartidismo actual. Nosotros no vamos a aventurarnos con encuestas ni futuribles, trabajamos por consolidar nuestra representación y ofrecer una alternativa a la gente, que vean que todo no tiene porque ser blanco o negro y creo que nuestros esfuerzos de denuncia están siendo positivos.

¿Cómo pretenden plantar cara desde la coalición a la situación actual?

Somos conscientes de los problemas graves que está atravesando la gente en la calle, casos de desempleo y de sufrimiento que requieren de un gran debate para buscar soluciones, medidas que partan del sentido común y no de unos intereses determinados frente a los del colectivo.