­La Conselleria de Medio Ambiente se ha visto obligada a renunciar a la regeneración total del Saladar de Agua Amarga con la reintroducción de aves en la zona que se contemplaba en el proyecto de Ordenación del Litoral desde Alicante a Santa Pola.

El motivo es la contundente alegación presentada por Aena (Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea), en la que expresa su rechazo a tal medida por suponer «un peligro muy elevado de accidentes» y porque puede afectar al área donde se prevé construir la segunda pista del aeropuerto.

La alegación de la entidad pública empresarial, dependiente del Ministerio de Fomento, ha obligado a la Generalitat a modificar sus primeros planteamientos y reducir sensiblemente las actuaciones en los terrenos del Saladar, pese a mantener el principio general de reparación de los valores medioambientales y paisajísticos degradados en este humedal, así como en el borde costero entre Agua Amarga y Santa Pola, que integra el proyecto básico de Ordenación del Frente Litoral, que se somete a exposición pública.

En el documento inicial de este proyecto básico, la Conselleria de Medio Ambiente fijaba dos alternativas para regenerar este humedal, una total y la otra parcial. La alegación de Aena advierte, con relación a las dos alternativas, que «pueden afectar el área donde se prevé situar la segunda pista», aunque hay que señalar al respecto que la propia Generalitat ya indicaba que tales actuaciones se supeditaban a «la decisión de ejecutar la segunda pista de aterrizaje».

Sobre esta segunda pista, Aena señala en su alegación que «en la propuesta del nuevo Plan Director de Alicante, todos los estudios realizados avalan la necesidad, a medio plazo, de una segunda pista paralela a la existente», y añade que esta segunda pista se contempla «no como un área de cautela, como aparece en el Plan Director vigente, sino como una realidad previsible, quedando recogida como actuación a realizar en el desarrollo del futuro Plan Director y a ejecutar, previsiblemente, en el tercer horizonte del mismo».

Hábitat

En cuanto a la intención de la Generalitat de reintroducir en el saladar la cerceta pardilla como ave propia de este hábitat, así como el farlet, Aena señala en su alegación que «consideramos que debe descartarse ya que ambas aumentan la proliferación de aves en un entorno próximo a las cabeceras de pista de un aeropuerto», lo que supone un «peligro muy elevado de accidentes por colisión de las aves con los aviones y de intrusión en los motores, en las fases más críticas de la operación de una aeronave, como son las actuaciones de despegue y aterrizaje». La conclusión de Aena es contundente al subrayar que «se descarta, pues, por razones de seguridad, la reintroducción de las aves».

La entidad pública aeroportuaria reitera a la Conselleria de Medio Ambiente, al final de su alegación, que «cualquier actuación que se plantee (sobre la alternativa de regeneración total del saladar), deberá ser compatible con la nueva pista, así como con el resto de proyectos incluidos en la propuesta del nuevo Plan Director» del aeropuerto.