La lista electoral del Partido Popular por Alicante cumplió ayer con el último trámite para convertirse en oficial, su presentación en la Junta Electoral de Zona, sin registrar cambios en el guión de nombres ya acordados pero volviendo a evidenciar el ambiente enrarecido que acompaña a los populares de la ciudad en su camino hacia las urnas.
Rompiendo con la pauta que venía siendo habitual, la alcaldesa de Alicante y candidata popular a revalidar la plaza al frente del Ayuntamiento, Sonia Castedo, evitó a toda costa la fotografía con el número dos de su candidatura, el presidente provincial de la formación, Joaquín Ripoll, y afrontó el registro de la lista sin convocatorias a los medios de comunicación y con más ausencias que presencias, ya que la alcaldable no pisó ayer la sede judicial de Benalúa.
La propuesta municipal del PP para los próximos comicios del 22 de mayo se registraba así en la cuenta atrás para el cierre de plazos de las doce de la noche, ya que no fue hasta las 22.34 cuando el apoderado del partido presentaba los nombres. Una formalización que contó como testigos presenciales con el diputado Pedro Romero– afín al mandatario provincial Joaquín Ripoll– y con el concejal e integrante de la actual candidatura del PP por Alicante, Juan Zaragoza .
Sin perder detalle, el edil –cuyo nombre se barajaba en las quinielas de descartes de Castedo– atendió a la enumeración realizada en voz alta de los integrantes de la lista por la ciudad, propuesta que no registró cambio alguno.
La apuesta de Castedo por evitar las cámaras y esa instantánea de grupo chocó con la imagen de hace apenas unos días cuando la dirigente popular desembarcó en las dependencias de la Junta Electoral Provincial arropada por buena parte del equipo autonómico para presentar la lista que encabeza por Alicante a las Cortes Valencianas. Una actuación, la de ayer, que suma un gesto más a la «imposición» con la que Sonia Castedo ha afrontado la inclusión de Ripoll en el grupo con el que aspira a volver a tomar las riendas del Ayuntamiento.
