La menor movilidad de la población, propiciada en buena medida por la situación económica, ha provocado un importante descenso del tráfico rodado en la provincia. La mayoría de las carreteras de la Generalitat que discurren por el territorio alicantino han reducido su intensidad media diaria (IMD) en más de un 10% en dos años, según los últimos datos que ha hecho públicos la Conselleria de Infraestructuras y Transporte. El paso de vehículos ha llegado a disminuir más del 25% en algunos tramos.

El descenso del tráfico afecta principalmente a los entornos más urbanizados, o a áreas de intensa actividad industrial, lo cual muestra la presumible correlación entre la crisis y la reducción de los desplazamientos. Hay que recordar, en este sentido, que también los cambios de residencia han bajado de una manera drástica en los últimos años, después de un periodo de constante ascenso. En el ámbito de la circulación, la pérdida del puesto de trabajo puede haber condicionado un menor uso del vehículo -aunque, al mismo tiempo, puede ocurrir que las circunstancias obliguen a aceptar un empleo más lejos del domicilio y se alarguen los trayectos-, además de otros factores como el incremento en el precio de los carburantes.

Así las cosas, llama la atención que, después de años de continuo incremento, la IMD de las principales carreteras autonómicas de la provincia se haya reducido de una forma tan significativa. Uno de los tramos más transitados, la CV-821 entre San Vicente del Raspeig y el acceso a Mutxamel, ha perdido un 24% del tráfico que tuvo en 2008, de más de 30.000 vehículos diarios a apenas 23.000. Descensos similares se reflejan al comparar los datos de ese año con los de 2010 en todos los tramos de la CV-86, la vía parque entre Alicante y Elche. Esta carretera desdoblada ha pasado de soportar más de 12.500 vehículos diarios a menos de 10.000.

Este descenso también se percibe en los accesos a algunos de los principales núcleos turísticos. La carretera de Gata de Gorgos a Xàbia ha perdido en dos años casi un 14% de tráfico, mientras que en la de Ondara a Dénia ha rozado el 5%. Más al sur, también la vía desdoblada que une Benijófar y Torrevieja registró en 2010 el paso un 13% de vehículos menos que dos años antes. Con todo, estas tres vías siguen estando entre las más transitadas de la provincia.

Por otra parte, otro indicio de la vinculación entre la menor actividad económica y la reducción del tráfico se percibe en la circulación de camiones. La carretera local con un mayor índice de vehículos pesados es la CV-840, entre La Romana y Algueña, zona marmolera por excelencia. En 2008, el tráfico de camiones supuso un 44% del total, mientras que dos años después fue del 28%. Paralelamente, la IMD bajó de 2.949 vehículos diarios a 2.126, lo que muestra la incidencia en la reducción del paso de camiones.

Ocasión para impulsar el transporte público

Desde la Plataforma Comarcal de Movilidad de l'Alacantí (PCM) consideran que, aunque la reducción del tráfico esté "ligada al aumento del paro", los datos son "positivos", en tanto que implican "un menor uso del vehículo privado". Para este colectivo, "éste es el contexto en el que habría que animar a utilizar el transporte público", a través de políticas como el desarrollo de nuevos servicios, especialmente en las áreas más urbanizadas. En este sentido, aluden a fórmulas de gestión como los consorcios intermunicipales. Asimismo, hacen hincapié en que "hay que seguir apostando por reducir el número de desplazamientos forzados" en vehículo privado, mejorando entre otros aspectos "la comunicación de las zonas industriales". Al respecto, aluden a los planes de movilidad en el trabajo que la organización ha promovido junto con el sindicato CC OO. A. T.