La agencia de medición de riesgos Fitch rebajó ayer tres escalones la calificación de la deuda a largo plazo de Caja Mediterráneo (CAM), hasta el nivel del "bono basura", y mantuvo su amenaza de bajar las de Cajastur y Caja Extremadura (no califica a Caja Cantabria) por el fracaso del proyecto de Banco Base. Por su parte, Moody's también anunció un posible recorte en el "rating" de estas entidades por el mismo motivo.

En una nota, Fitch señala que la rebaja de la CAM refleja la ayuda externa que necesitará la entidad dado su bajo nivel de recursos propios en un contexto de deterioro de los activos, en un momento en el que el Banco de España ha aumentado sus requerimientos de capital a las entidades. Dentro de la escala de calificaciones, Fitch ha situado la de la CAM en BB+, frente al BBB+ anterior, con lo que entra en lo que se considera "bono basura" o no recomendable para la inversión.

Fitch también ha tenido en cuenta en su decisión la elevada exposición de la CAM al sector inmobiliario, que ha provocado que su morosidad se situara en el 8,7% al cierre de 2010, una tasa que, en opinión de la agencia, se elevaría hasta el 14,5% si se incluyen los activos embargados.

El informe de Fitch también recuerda que la caja alicantina presentaba a finales de 2009 una exposición del 28 % a activos inmobiliarios problemáticos.

Según la agencia de calificación, la contracción del mercado de crédito y las dificultades que las entidades españolas encuentran para obtener liquidez presionarán negativamente a la CAM, cuyo "core capital" (el capital de máxima calidad e inmediatamente disponible para asumir pérdidas) alcanzaba el 5,8% a finales de junio, muy lejos del 10 % exigido por el Banco de España a las entidades financieras que no cotizan en Bolsa.

Fitch considera que la caja recibirá apoyo del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) o de alguna gran entidad financiera.

La de ayer parece que será sólo la primera de las rebajas de calificación que va a sufrir la caja alicantina tras la ruptura del SIP. Así, también Moody's señaló que los "ratings" de CAM, Cajastur y Caja Cantabria están bajo revisión, ya que no se beneficiarán más del plan de reestructuración y recapitalización que acompañaba a la creación de Banco Base.

Moody's advierte de que la disolución del grupo coloca a la alicantina y la cántabra en una "situación desafiante", especialmente si no son capaces de sanear completamente sus balances y recapitalizarse por sí mismas al mismo tiempo que se enfrentan a una mayor incertidumbre respecto al futuro marco de asistencia.