No esperó ni un solo día. La misma jornada en que se conocían las dificultades por las que atravesaba la fusión entre la CAM y Cajastur y cuando aún no se había producido la ruptura oficial, el pasado jueves 24 de marzo, el consejero de la caja alicantina y ex presidente de la patronal hotelera de Benidorm (Hosbec), Pere Joan Devesa, se desprendió de todas las cuotas participativas que tenía de la entidad.

En total, Devesa se desprendió de 6.175 títulos de la CAM en cuatro operaciones consecutivas en las que consiguió un precio de entre 6,30 y 6,28 euros por cuota -por debajo del precio de cierre de esa jornada-, con lo que ingresó un total de 38.848 euros, según la comunicación que realizó a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Dos días antes ya había vendido otras 490 cuotas, por las que consiguió 3.077 euros.

El empresario aclaró, a preguntas de este diario, que no había realizado ninguna operación "a título personal", sino que las cuotas participativas eran propiedad de la compañía Hoteles Devesa S.L.U., de la que, no obstante, es director general y posee una participación del 33%, como el mismo reconoció. Al respecto, señaló que esta firma "compra y vende acciones con asiduidad", según dijo, a criterio del "director financiero". Sin embargo, no quiso aclarar si él tenía conocimiento de la orden de venta. En esta línea, señaló que la misma empresa compró el miércoles de esta semana nuevas cuotas, aunque la CNMV aún no tiene constancia.

En cualquier caso, preguntado por si no consideraba que se trataba de un hecho poco ético o inapropiado dada la situación por la que atraviesa la caja de la que es consejero, Pere Joan Devesa lo negó: "No considero que haga nada malo ni cuando compro ni cuando vendo", señaló el empresario benidormí. A este respecto, Devesa afirmó que sus compañías mantienen una relación muy fluida con la CAM -"que es nuestro principal proveedor financiero", dijo- desde antes de su nombramiento.

Desde la CNMV señalaron ayer que Pere Joan Devesa cumplió con su obligación legal de comunicar la venta de las cuotas, al ser consejero de la entidad, y rechazaron realizar ningún otro tipo de valoración.

La falta de confianza en la continuidad del grupo demostrada por el hotelero, al desprenderse de los títulos antes de la ruptura oficial del mismo, contrasta con la actitud que mantuvo el pasado mes de julio, cuando la supervivencia del SIP también estaba en peligro por la exigencia del consejero delegado, Manuel Menéndez, de ostentar poderes ilimitados. Entonces varios consejeros quería pedir responsabilidades al presidente de la CAM, Modesto Crespo, y, para evitarlo, Devesa pidió un aplauso para él al inicio de un consejo.

Ayer, a pesar de que llegaron a acumular un retroceso de más del 4% a lo largo de la mañana, las cuotas participativas de la CAM lograron cerrar la sesión con una caída de sólo un 0,81%.