La zona Volvo se convirtió ayer en el escenario de la ya tradicional macrofiesta de primavera de la Universidad de Alicante, también conocida como las paellas de la UA, que reunió a más de 12.000 personas y que se alejó por primera vez de las instalaciones universitarias. Sin embargo, ni hubo paellas, ni la celebración fue propia de los estudiantes de la UA, que en pocas horas convirtieron el encuentro un auténtico macrobotellón.

Esta vez podían acceder al encuentro más esperado por los alumnos todos aquellos que lo desearan, previo abono de la entrada correspondiente, un aspecto que criticaron muchos estudiantes, ya que al estar abierta a todo el público provocó que se perdiera el espíritu universitario.

El evento, denominado "Primavera Live", se celebró por primera vez en el área de ocio portuaria y se desarrolló desde las 11.30 hasta pasadas las 23.00 horas. La organización, desde la seguridad hasta los servicios sanitarios y de limpieza estuvo a cargo de una empresa privada, que contaba con todos los permisos necesarios.

La fiesta se desarrolló con normalidad durante las primeras horas. Sin embargo, al final de la tarde se registraban hasta 5 salidas de ambulancias por coma etílico. Además, uno de los asistentes tuvo un accidente sin importancia en la avenida de Elche y resultó positivo en la prueba de alcoholemia. El servicio de asistencia médica de la celebración se componía de un hospital de campaña, un equipo formado por diez profesionales y cuatro ambulancias, una de ellas con una unidad móvil.

El control que ejercían los agentes de seguridad privados se podía ver en cada paso del recinto. Las zonas más próximas como la playa del Postiguet o las calle en la que se encuentran los hoteles Meliá y el Hotel Spa Porta Maris se encontraban custodiadas por una decena de policías locales y guardias civiles. El plan de seguridad de la propia organización, por su parte, contaba con 35 agentes.

Los universitarios y todo aquel que acudiera a la celebración debió atravesar hasta cuatro controles de seguridad para acceder a la zona donde se ubicaba el escenario. Las bebidas alcohólicas y la comida sellada en recipientes de plástico estaba permitida.

No obstante, en cada uno de estos obstáculos se quedaban decomisadas las botellas de vidrio y los tapones de las de plástico, una medida que muchos estudiantes consideraron absurda, ya que opinaban que "se puede hacer daño a otras personas con objetos más peligrosos que los tapones".

De esta forma, entre el laberinto de vallas y personas los alumnos caminaban mirando sus bebidas y procurando que éstas no cayeran al suelo. Desde los primeros momentos ya se podía ver la basura por los suelos. La organización entregó bolsas y vasos reciclables, aunque pocas llegaban intactas tras los controles de seguridad y los alumnos finalmente las arrojaban antes de entrar.

Conforme avanzó la mañana el calor aumentaba y el espacio disminuía. Sobre las 15.30 apenas se podía caminar a través de los grupos y grupos de estudiantes que habían llegado a la Volvo para pasar un día diferente. "La fiesta es muy divertida pero he notado que los organizadores han sido demasiado restrictivos", aseguró Fran Beresaluze, un estudiante de último año de Publicidad, quien señalaba además que el hecho de ampliar la fiesta a no universitarios hacía que se perdiera el espíritu de la celebración propio de la Universidad.

Las entradas para formar parte de la fiesta iban de los 5 euros (para estudiantes de la UA) hasta los 11 euros (para no universitarios), los alumnos de otros centros académicos superiores pagaron 8 euros.

Redes sociales

Los organizadores de la macrofiesta de primavera de la Universidad de Alicante no dejaron nada al azar. Semanas atrás pusieron adelante toda una infraestructura de comunicación a través de las redes sociales para que nadie se quedara fuera de esta celebración.

Según afirmó el responsable de las cuentas de Facebook, Twitter y YouTube del evento, Isra García, ayer las "paellas", tal como se le conoce a este tipo de encuentros, era el tema principal de Twitter en la provincia de Alicante. Así, la fiesta de primavera había generado más de 900 comentarios en Twitter, la plataforma más utilizada por los internautas.

La fiesta causa serias molestias en los hoteles

La fiesta universitaria que congregó ayer a miles de estudiantes en la zona Volvo provocó un profundo malestar entre los clientes del Hotel Spa Porta Maris & Suites del Mar y el hotel Meliá, ambos contiguos al recinto. "Nos parece inaudito que autoricen una macrofiesta después de todos los problemas que hemos tenido durante meses por culpa del botellón", aseguró el director del Hotel Spa Porta Maris, Domingo Luján, quien además señaló que con este tipo de acciones se perjudica "a uno de los pocos sectores que está tirando de la economía de la provincia". Luján realizó estas declaraciones pasadas las 20.00 horas, y recordó que aún debían esperar las consecuencias de la celebración una vez que el recinto se cerrara (cerca de la medianoche) y los asistentes se quedaran rodeando las instalaciones de los hoteles. "Este evento muestra una imagen lamentable de la ciudad, los clientes no pueden creer que celebren un macrobotellón durante todo el día", agregó el empresario. Las molestias ocasionadas por los estudiantes provocaron que una grupo de tripulantes de Iberia cancelara su reserva del día en el hotel que regenta Luján.

Por otra parte, desde la recepción del hotel Meliá aseguraron que no se registró ninguna reclamación importante pero que los clientes preferían cambiar de habitación para evitar el ruido M.f