La Gerencia de Urbanismo del Ayuntamiento estudiará caso por caso el uso que tienen todos los racós de hogueras, kábilas de Moros y Cristianos y demás cuartelillos festeros de la ciudad para establecer el horario de apertura y cierre de cada uno de ellos en aplicación del decreto del Consell que regula el funcionamiento de los locales festeros para conciliarlo con el derecho al descanso de los vecinos. Los ayuntamientos tienen un año para remitir a la Generalitat la relación de sedes festeras, que quedarán enmarcadas en alguna de las tres categorías que fija el decreto: uso administrativo, actividad privada de la comisión e invitados, y salas polivalentes con negocio de restauración.

La Gerencia,a través del departamento de licencias de apertura, se encargará de hacer el censo de locales en Alicante. "Tenemos una reunión fijada para iniciar esta regulación especial según lo que quieran hacer los festeros en las distintas sedes. Cada caso es diferente y no es lo mismo celebrar en un cuartelillo un bautizo del hijo de un socio sin dinero de por medio que cobrando, y tampoco es lo mismo que se haga de forma esporádica que habitual", explicaron fuentes del departamento. El Ayuntamiento regulará el tipo de licencia con una ordenanza de nueva elaboración, o dentro de alguna de las existentes sobre aperturas.

El decreto que regula los usos y horarios de estas sedes cuenta con el apoyo de las entidades que organizan las principales fiestas. El presidente de la Federación de Hogueras de Alicante, Pedro Valera, dijo ayer que "es positivo que los racós tengan horario de apertura y cierre porque, sin molestar, los festeros pueden estar dentro hasta tarde pero es cierto que algunos locales puede armar follón de madrugada". Aunque Valera dijo no tener constancia de que la actividad en los racós haya generado quejas, el presidente de la Federación de Especiales, Juan Francisco Galvañ, indicó que en alguna ocasión sí ha habido protestas vecinales que no han llegado a desembocar en denuncia, "sobre todo cuando se ha desarrollado algún tipo de actividad que puede ser considerada molesta como los ensayos de los play-backs con música". Galvañ también apoya el decreto "porque estábamos un poco en la ilegalidad" y opinó que cualquier tipo de establecimiento con una actividad privada requiere como mínimo una licencia de actividad "y estábamos sin ella".

Por su parte Valera, que habló de un centenar de racós de hogueras y barracas, dijo no tener conocimiento de que alguno tenga cocina, lo que obligaría a las comisiones a adecuar sus instalaciones y pedir licencia de apertura.

El presidente de la Unión Nacional de Entidades Festeras, Francisco López, cree que el decreto viene a llenar un vacío legal "porque hasta ahora no se sabía quién regulaba estos locales. Ahora va a existir un archivo de sedes festeras que harán los ayuntamientos y la Generalitat sabrá dónde están y qué actividad desarrollan". López cifró en 1.500 los cuartelillos o kábilas que hay en las poblaciones de Alicante y Valencia que celebran Moros y Cristianos, de los que la mitad abre todo el año y la otra mitad solo el mes de fiestas. "Éstos son los más problemáticos aunque en zonas como Villena, Elda o Petrer el ayuntamiento regula los horarios desde hace años de una forma casera pero buena".

En Alcoy gran parte de las filaes tendrán que legalizar sus instalaciones con los permisos municipales al disponer de cocina aunque sea para uso interno de los festeros. José Antonio Miranda, presidente de la Federación Alicantina de Moros y Cristianos, dijo que todos los cuartelillos deberán tener su licencia festera y cumplir con todas las normas, desde la relativa a horarios a la ley del tabaco.