La tramitación de los cambios en el Plan Rabasa para permitir la implantación de Ikea y del macrocentro comercial anexo ha dado un frenazo en seco motivado por lo que la Universidad de Alicante, comerciantes y diferentes colectivos han advertido en infinidad de ocasiones: los problemas de tráfico. Y es que el Ministerio de Fomento considera que las medidas propuestas por la promotora para evitar la congestión en la autovía y en los nuevos accesos al sector son insuficientes. Así, la Dirección General de Carreteras ha emitido un informe desfavorable a la modificación del plan que, como admiten fuentes municipales, es vinculante.

Ahora, la empresa promotora tendrá que tenerlo en cuenta y realizar las rectificaciones oportunas si quiere obtener el visto bueno de Fomento y poder aprobar la modificación del plan, como explican fuentes municipales, que indican que si la mercantil actúa con celeridad este varapalo de Fomento no tiene por qué suponer un retraso importante en la tramitación.

En el informe remitido al Ayuntamiento de Alicante, Fomento recuerda que en 2008 dio su visto bueno al Plan Rabasa con la condición, entre otras, de que se conectara el sector con la ronda urbana de San Vicente y Sant Joan. Según el Ministerio, la promotora Viviendas Sociales del Mediterráneo, de Enrique Ortiz, no les remitió la documentación corregida y, sin embargo, sí una modificación del plan para adaptarlo a la implantación de Ikea y de una gran área comercial de cerca de 300.000 metros cuadrados. Sobre este punto, desde la administración estatal recuerdan que ya en octubre de 2010 advirtió de que "sin una adecuada planificación de las infraestructuras viarias, que permita absorber los movimientos de tráfico que se generen por la actividad a desarrollar en el sector de Las Lagunas de Rabasa no podremos autorizar su proyecto de urbanización".

Y así ha ocurrido. Fomento sostiene que "lo primero" que ha de presentar la promotora para recibir su visto bueno es un estudio de tráfico "que justifique la idoneidad" de la nueva conexión con la A-77 y la A-70 así como otro sobre la "incidencia específica" que tendrá en las autovías el macrocentro comercial previsto. La promotora ya ha presentado un estudio de movilidad, pero en opinión del Ministerio es poco exhaustivo y resulta necesario modificar los accesos para evitar la congestión en la autovía de circunvalación.

El principal acceso al sector propuesto por Ortiz es el que lo conecta el sector con la autovía de circunvalación (A-70) a través de la rotonda de la A-77 (autovía de Castalla) y que servirá también de entrada a la ciudad. Este nuevo vial enlaza con una glorieta que da entrada al parking del centro comercial. Al respecto, Fomento considera que "la nueva y principal vía de entrada y salida a Alicante", que conectaría las autovías con el centro comercial, "se puede ver afectada, en determinadas horas punta, por la acumulación de vehículos que intentan acceder a las nuevas zonas comerciales". Para evitarlo, desde el Ministerio proponen que se suprima la conexión directa con la zona comercial desde las autovías y se construya un vial paralelo para distribuir a los coches hasta el complejo de Ikea.

En opinión de Fomento, este nuevo vial de entrada a Alicante "no puede verse lastrado" por la construcción de un área comercial "que no disponga de unos accesos dimensionados adecuadamente y con amplitud de miras".

Además, Fomento incide en que es necesaria una evaluación "precisa" de la situación actual del tráfico y una previsión "realista" de su incremento de cara al futuro teniendo en cuenta no sólo el crecimiento demográfico de Alicante, también "de las comarcas adyacentes" porque "el sector está llamado a convertirse en un foco de atracción de tráfico importante". El Ministerio cuestiona los datos aportados por el estudio de movilidad de la empresa y sostiene que en la A-70 se rebasaría la intensidad tope de circulación. Además, insiste en que las medidas paliativas contempladas en el estudio obedecen únicamente a "un esfuerzo voluntarista por justificar la viabilidad del proyecto".

Como se recordará, la inclusión de Ikea en este barrio alicantino ha obligado a modificar sustancialmente el plan parcial, ampliando la superficie destinada a uso terciario-comercial, y reduciendo la que acogerá a las viviendas. Así, la parcela comercial que antes se situaba en el extremo de Rabasa que linda con el trazado ferroviario a la altura de La Florida, se sitúa ahora en el extremo contrario, lindando con la avenida de la Universidad. La previsión municipal era iniciar las obras en 2012.