La Guardia Civil de Tráfico detuvo ayer en el término municipal de Benidorm a un taxista que circulaba en estado ebrio por la AP-7 y recorrió con su taxi unos diez kilómetros en sentido contrario entre los peajes del municipio benidormí y Altea, aunque afortunadamente no se produjeron accidentes tráfico al ocurrir los hechos de madrugada. La prueba de alcoholemia realizada al taxista dio una tasa de 1,08 miligramos por litro, siete veces por encima del límite de 0,15 permitido a los conductores de servicios públicos de transporte. Este es el tercer conductor kamikaze que detiene en menos de una semana la Guardia Civil en la provincia, tras los incidentes ocurridos con un agente abrio que causó una colisión múltiple en El Rebolledo y una mujer que fue 17 kilómetros en sentido contrario por la autovía Alicante-Alcoy. La Guardia Civil le dejó en libertad provisional tras concluir las diligencias y al parecer ya ha sido citado para comparecer en el juzgado de guardia de Benidorm.

Según la información facilitada ayer por la Comandancia de Alicante, la detención se produjo sobre las cinco y media de la madrugada en la autopista AP-7 dentro del término municipal de Benidorm. Fuentes cercanas al caso explicaron que el conductor accedió a la autopista por el peaje de Benidorm y comenzó a circular en sentido Valencia pero por los carriles con destino a Alicante. El kamikaze recorrió unos diez kilómetros en sentido contrario hasta llegar al peaje de Altea, donde ya estaban alertados para no abrir las barreras, y el taxista dio la vuelta y accedió de nuevo a la AP-7 para volver a Benidorm. Sin embargo, una patrulla de la Guardia Civil de Tráfico pudo interceptar el vehículo del kamikaze.

El conductor de un camión que circulaba también hacia Valencia por el carril adecuado coincidió en paralelo con el kamikaze, quien al parecer no se cruzó con otros vehículos debido a la hora en que se produjo el incidente.

Al ser interceptado el taxi los agentes comprobaron que el conductor presentaba evidentes síntomas de encontrarse bajo los efectos del alcohol, por lo que de inmediato le realizaron las reglamentarias pruebas de alcoholemias y dio positivo, lo que motivo su detención.

Dos delitos

El detenido, identificado como J.M.T., español de 55 años, fue imputado como presunto autor de "dos delitos contra la seguridad vial por conducción bajo la influencia de bebidas alcohólicas y conducción temeraria con peligro para los demás usuarios de la vía", según la información facilitada por la Guardia Civil.

Las dos pruebas realizadas al taxista para comprobar si circulaba en estado ebrio dieron positivo. En la primera dio una tasa de alcohol en aire espiradoa de 1,08 miligramos por litro, mientras que en la segunda fue de 1,06 miligramos. Esta tasa supera en más de siete veces el límite legal de 0,15, que no es de 0,25 como al resto de conductores por tratarse de un servicio público de transporte.