Tras más de 60 años sirviendo a los alicantinos, la Goleta, uno de los restaurantes con más solera de la ciudad y el último de los históricos de la Explanada, ha cerrado sus puertas para siempre. Así lo aseguran sus propietarios, Paco y Miguel Vidal, quienes dicen que no han tenido más remedio que bajar la persiana debido a la crisis y al deterioro que, a su juicio, sufre la zona de la Explanada, "que está muy abandonada. Sólo hay que ver dónde hay que dejar el coche y a qué precio, la inseguridad que hay allí con robos y tirones, gente pidiendo entre las mesas de las terrazas, y nos ahora faltaba la ley contra el tabaco", en palabras de Miguel, quien además alude al hecho de que "nos quedaban 3 o 4 años de contrato con el propietario del local que ya estaba muy viejo y deteriorado, con aseos sin condiciones y sin posibilidad de reforma al tratarse de un alquiler".

En cualquier caso, tanto Miguel como su hermano Paco aseguran que el cierre es definitivo, lo que para la ciudad supone la pérdida de un establecimiento por cuyas mesas ha pasado todo Alicante para probar su famoso arroz con salmonete "que según nos decía mi padre, se hacía copiando el arroz que preparaban los pescadores en una jofaina en la propia playa", así como su postre estrella, el "biscuit glacé" de huevos y almendra que inventó el Maestro Colilla, el pastelero, al que llamaban así porque siempre tenía un cigarrillo en la boca.

Y es que, tras más de medio siglo, La Goleta da para miles y miles de anécdotas y de recuerdos muchos de ellos relacionados con el padre de Paco y Miguel, el fundador del restaurante y emblemático empresario, Miguel Luis Vidal Masanet, que también fue el dueño de otros establecimientos históricos como el Albany, el Liverpool, el Gallo Rojo y el Benidorm Palace, y que llegó a ser presidente del Hércules en 1971 pasándole el relevo al propio Rico Pérez.

La Goleta disfrutó de su mejor etapa entre finales de los años 50 y los años 70, la época en la que junto al Palas, el Samper o el Sevilla, acogió a las personalidades más destacadas de la vida social y artística de la ciudad tanto en su interior, que albergó dos mosaicos realizados por el artista Gastón Castelló en 1958, como en su terraza en la Explanada.

Uno de los que mejor recuerda esa época es Pancho Pita, que tras casarse con la sobrina de "el Madriles", uno de los camareros más antiguos, entró a trabajar en la Goleta en 1956. "Recuerdo con especial cariño los años 50 y 60, y sobre todo la terraza en la calle. Poníamos cuatro mesas porque no nos permitían sacar más, y las tertulias se prolongaban hasta la madrugada y pasaba por allí todo el mundo", dice, para añadir riendo que "eran las mesas más codiciadas de Alicante". "El personal del restaurante era de lo mejor", asegura Pancho Pita. "Allí estaba María, la encargada, conocida en todo Alicante, y había camareros fuera de serie, como Pepito "el Señoret" y José Giner "El Macho", Vicente Pons o Emilio Bosch... y todos se jubilaban allí".

En el momento del cierre en la Goleta trabajaban once personas pero ya no quedaba nadie del personal antiguo, tal como ha señalado Miguel Vidal quien, con todo, se muestra orgulloso de que muchos de los empleados que trabajaron en el restaurante se mantuvieron en él hasta el momento de su jubilación.

Como empresa familiar, también trabajó en La Goleta en sus últimos tiempos Javier Vidal, nieto del fundador e hijo de Paco. Javier entró a trabajar como ayudante y posteriormente fue nombrado cocinero. "Yo he estado trabajando allí unos 7 años", señala Javier, para añadir que "es una pena pero no ha sido posible mantener el restaurante porque la crisis se ha notado muchísimo".

De momento el restaurante permanece cerrado con las persianas echadas y manchadas ya con grafitis aunque el cartel que anuncia orgulloso el nombre del restaurante abierto "desde 1950" sigue allí recordando una parte del pasado de la ciudad.

Cita obligada para artistas y famosos

A Pancho Pita le gusta recordar la cantidad de personajes famosos que pasaron por el restaurante. "Entre los años 56 y 58 tuvimos como cliente al médico de la reina Isabel de Inglaterra. Pasaba muchas temporadas aquí cuando se jubiló y vivía con su mujer en la casa Carbonell. Se ve que no les gustaba cocinar y les llevábamos allí la comida del mediodía". También recuerda a Errol Flynn "que tenía un barco aquí", y a un montón de personajes del mundo del espectáculo: "Desde María Félix a Paul Anka, Ismael Merlo, Xavier Cugat... muchos, e incluso una noche llevamos una paella al Gallo Rojo de madrugada para Louis Armstrong". Y es que, tal como recuerda Pita, "todos los famosos que actuaban en el Gallo Rojo venían aquí a comer o a cenar y den aquella época el restaurante era una cita obligada para los artistas que pasaban por Alicante.