El conductor kamikaze que pudo recorrer unos 12 kilómetros en sentido contrario en la A-31 y causó una colisión múltiple de cinco vehículos con seis heridos a la altura de El Rebolledo es un guardia civil de 42 años en activo que circulaba en estado ebrio y aseguró tras el siniestro que se confundió al acceder a la autovía. El agente dio casi 0,5 en la prueba de alcoholemia, casi el doble de lo permitido, y fue detenido por la Guardia Civil de Tráfico como presunto autor de un delito de conducción temeraria. Tras permanecer toda la noche bajo custodia policial en Urgencias del Hospital de San Juan, donde fue atendido de traumatismos y de una fractura de codo, la Guardia Civil de Tráfico le dejó ayer por la mañana en libertad provisional y a disposición de la autoridad judicial.

El fiscal de Seguridad Vial asumirá el caso y ya dispone de un avance del atestado de Tráfico. Una vez reciba el informe la Fiscalía decidirá si solicita alguna medida contra el causante del siniestro.

Fuentes de la Benemérita indicaron que se decidió cambiar su situación en el hospital de detenido a imputado al no haber riesgo de fuga y comprobarse que "no hubo intencionalidad" en la conducta del agente. Las mismas fuentes indicaron que en los últimos meses se han registrado otros dos casos de conductores que iban en sentido contrario y también fueron puestos en libertad provisional antes de pasar a disposición judicial.

El agente que circuló en sentido contrario pudo acceder a la autovía en el acceso que hay en la zona de Poniente del Puerto de Alicante. El guardia civil está destinado en el Servicio Fiscal del Puerto desde hace más de diez años y tras salir de trabajar el pasado miércoles se fue de comida con unos amigos y sobre las diez de la noche cogió su coche particular para regresar a su casa. Según distintas fuentes consultadas por este diario, el conductor que causó el siniestro no está habituado a beber alcohol normalmente y no se le conocía ningún problema grave que indujera a pensar que accedió voluntariamente a la A-31 en sentido contrario.

Pese dar una tasa de casi 0,5 en la prueba de alcoholemia, el agente accidentado tampoco aparentaba ir muy ebrio, según confirmaron a este diario fuentes cercanas al caso. Pese a ello, recorrió un largo recorrido en sentido contrario haciendo caso omiso de las advertencias que le hacían otros vehículos con las luces. Mientras unos testigos aseguran que el coche del kamikaze iba con luces, otros mantienen que las llevaba apagadas.

El kamikaze fue ingresado con fracturas en el brazo y varios traumatismos en el Hospital General de Alicante, pero posteriormente se le dio traslado al Hospital Universitario de Sant Joan, donde permanece ingresado, a la espera de ser sometido hoy a una intervención quirúrgica, según fuentes sanitarias. El presunto infractor permaneció en la sala de Observación del Hospital de Sant Joan acompañado de familiares cercanos, que no quisieron hacer ningún tipo de declaración a este diario.

Según las fuentes sanitarias consultadas, de todos los implicados en la colisión, solamente permanece hospitalizado el guardia civil. El Servicio de Atención Médica Urgente (SAMU) asistió tras el accidente a seis personas heridas de diversa consideración. El kamikaze fue rescatado por los bomberos del asiento posterior del monovolumen Chrysler Voyager en el que viajaba.

Según el Centro de Información y Coordinación de Urgencias (CICU), el herido más grave fue un varón de poco más de 30 años que presentaba múltiples traumatismos. Cuatro de los seis heridos con los que se saldó la colisión fueron derivados a ambos hospitales -Alicante y Sant Joan-, si bien uno fue trasladado luego al hospital de Elda. Todos ellos salvo el agente recibieron el alta. Otras dos personas fueron atendidas "in situ" por los sanitarios y no requirieron traslado a un centro hospitalario.