A favor del medio ambiente y de la salud de las arcas municipales. La provincia de Alicante gana puntos en materia de sostenibilidad apuntalando posiciones frente al derroche energético, la pérdida de espacios verdes o las emisiones contaminantes. Una hoja de ruta acentuada por el impacto de la crisis, a la que se suman las últimas medidas planteadas hace unos días por el Ministerio de Industria bajo la pauta de contribuir ahorrando.

Bajo este paraguas, 17 municipios de Alicante caminan a paso ligero en la implantación de propuestas como la instalación de alumbrado público de bajo consumo, la autogeneración de energía o la reutilización de los recursos hídricos. Un pulso económico con tintes verdes que recorre desde ciudades más grandes como Alicante o Elche hasta municipios de menores dimensiones como Benilloba cuyo lado sostenible le valió hace unos meses el premio "Ciudad de la ciencia y la innovación 2010" del Ministerio de Industria por su apuesta energética.

En este camino, el mapa sostenible de la provincia es pionero en España en parcelas como la reducción de consumos y gastos a través de la iluminación pública. Un proyecto impulsado por el Centro de Desarrollo Rural (CEDER) Alicante que ha permitido, bajo diferentes ayudas institucionales, instalar luces "Led" (diodos emisores de luz con bajo consumo) en un total de 13 municipios. Una apuesta con impacto directo en la factura eléctrica de los consistorios reduciendo a cerca de la mitad los desembolsos, según coincidieron en destacar sus alcaldes.

La voz de los resultados ha avalado este proyecto que registra en la actualidad un incremento notable de peticiones para sumarse a la lista de beneficiarios. Un grupo que en esta última convocatoria ha agrupado a las localidades de Alfafara; Gaianes; l'Alqueria de Asnar o Benifallim, explicó la gerente del colectivo, María Juan.

La acción en esta parcela no es desconocida tampoco para la ciudad de Alicante que ha desplegado ya una inversión cercana al millón de euros con cambios de alumbrado en puntos como Maisonnave, el Bulevar del Pla o Los Ángeles. Un proyecto que no ha parado de caminar y que aspira a alcanzar un ahorro de 66.000 euros al año cuando se implante totalmente.

Los esfuerzos en este apartado han encontrado esta última semana nuevos argumentos tras el paquete de medidas planteadas por el departamento que dirige el ministro Miguel Sebastián, con la oferta de nuevos planes para la renovación del alumbrado o el estudio de propuestas que permitan instalar estas tecnologías en carreteras, túneles o semáforos.

A la lista de avances alcanzados en la ciudad se suman también los logros en materia de autogeneración de energía con ejemplos como Mercalicante, instalaciones en las se cuenta con una planta solar fotovoltaica que ronda una producción de energía cercana a los 1.599.400 kWh al año -equivalente al consumo doméstico de 468 viviendas- o la sustitución de calefacciones de gasoil o electricidad por gas acometida ya en más de 25 colegios de la capital.

La concienciación en materia de reciclaje o el fomento del uso del transporte "limpio" están igualmente en el centro de la diana de las actuaciones emprendidas por los municipios. Planteamientos que en estos últimos años han sacado a las calles de ciudades como Alicante, El Campello o Elche diferentes servicios municipales de alquiler de bicicletas.

Los cambios relacionados con la movilidad ganan así presencia en las agendas de las diferentes administraciones, especialmente ante el creciente incremento del precio de los carburantes. Un mar de fondo que se ha traducido en decisiones como la reducción de 120 a 110 kilómetros por hora la velocidad máxima de circulación en autovías o la evaluación de medidas relativas al recorte del uso de coches oficiales.

Con expectativas de éxito

La consolidación de nuevas alternativas ocupa buena parte de las tareas en las que centra objetivos la recién creada Agencia Provincial de la Energía, con metas como el impulso al uso de los vehículos eléctricos "y el consiguiente desarrollo de puntos de recarga disponibles que avalen esta apuesta", detalló el director de este ente, Emigdio Tormo.

Desde su puesta en marcha en 2010, bajo el impulso de la Diputación, la agencia ha desplegado más de 40 auditorías -parte de ellas realizadas junto al departamento de Medio Ambiente de la institución- para ayudar a los municipios a identificar "cómo funcionan sus políticas energéticas y qué medidas les permitirían ser más eficientes". Un procedimiento al que se suman los avances alcanzados en diversos municipios en áreas como la generación de energía.

En esta línea, despuntan localidades como l 'Alquería de Asnar que alberga un proyecto puntero en materia de producción de recursos, al aplicar a su piscina climatizada un sistema de microgeneración que permite producir energía a partir del propio gas empleado para calentar el agua. Recursos que más tarde pueden venderse a la mercantil encargada del suministro eléctrico.

El pueblo figura además en la lista de alumnos aventajados en sostenibilidad con altas cifras de reciclaje de residuos, como el aceite. Un producto a partir del que el Ayuntamiento, gestionado por Jaume Pascual, ha trazado diferentes alternativas como la elaboración de aceite con la marca de l'Alquería como vía de promoción.

Otros escenarios como Benilloba han pasado con nota esta primera parte del examen alzándose con una distinción nacional por acoger en su territorio una planta fotovoltaica instalada en la cubierta del colegio público de la localidad. Conocedora de la cara amable de estas políticas ecológicas su alcaldesa, María Fernanda Sanz, destacó el importante ahorro que la aplicación de estas medidas ha supuesto. "Estamos trabajando mucho en estas políticas porque hay una necesidad de contención del gasto importantísima. Un camino que se inició con la planta, la colocación en todas las calles de alumbrado "Led" y que ahora seguimos con una obra que ha reducido la capacidad de la piscina municipal para ahorrar agua o la creación de un ecoparque en el paraje del Molí del Salt".

La senda la completan pueblos como Almoradí con la instalación en el patio del Colegio Público Canales y Martínez de una caldera ecológica de biomasa que utiliza desechos leñosos para producir energía o el avance sembrado en el municipio de Crevillent, a raíz del proyecto de huerto solar del Grupo Enercoop de Cooperativa Eléctrica San Francisco de Asís. Un aliado en la reducción de emisiones de gases contaminantes como el dióxido de carbono, que alcanza las 8.500 toneladas anuales o la cifra de 196 toneladas en el caso del azufre.