Es el acontecimiento más importante de los últimos años y muchos expertos no dudan en equipararlo a la caída del muro de Berlín o a la desintegración de la URSS. La revolución que viven países como Túnez, Egipto o Libia abre un sinfín de interrogantes cuya resolución marcará un antes y un después en la historia de la zona y a sus relaciones con la UE. Con el objetivo de analizar estos procesos revolucionarios y sus consecuencias, el Club INFORMACIÓN acogió ayer por la tarde, organizada por Casa Mediterráneo, la mesa redonda "De Túnez a Egipto: tiempos de cambio en el Mediterráneo". En ella tomaron parte Ignacio Álvarez-Ossorio, profesor de Estudios Árabes e Islámicos de la Universidad de Alicante; Basel Ramsis, cineasta egipcio afincado en España y que participó en las revueltas de su país contra el régimen de Mubarak; Sirin Adlbi Sibai, investigadora del Taller de Estudios Internacionales Mediterráneos en la Universidad Autónoma de Madrid e Ignacio Cembrero, periodista y escritor.

Numeroso público asistió a este debate que abrió Ignacio Álvarez-Ossorio, quien se felicitó por estos cambios "que ponen fin a regímenes autoritarios que se perpetuaban desde hace años". Para el profesor de la UA, estos países guardan similitudes "como el tipo de gobierno, la situación económica y la gran cantidad de jóvenes que conforman su sociedad". Jóvenes que han encabezado unas revueltas "en las que las redes sociales han sido determinantes y en las que se pide más libertad y democracia, no que se instaure un estado islámico o que se imponga la sharia"

Para Sirin Adlbi Sibai, la revolución "no ha hecho más que empezar" y sus consecuencias "son de mayor calado de lo que en un principio parece". En este sentido, estos procesos "cuestionan las bases del sistema de relaciones internacionales". Sirin Adlbi Sibai se mostró esperanzada en que "presenciemos el comienzo del fin del sistema internacional basado en la esclavitud de una parte del mundo en provecho de la otra y en la justificación del mantenimiento de dictaduras en el tercer mundo". En este sentido, "el islam siempre ha sido el otro por antonomasia. Siempre ha sido el oscuro, el retrógrado y esto ha justificado invasiones y apoyos a regímenes antidemocráticos".

Por su parte Basel Ramsis narró a los asistentes cómo se desarrolló la revolución en Egipto, con la plaza de Tahrir como principal eje de unas protestas "que no han tenido un único protagonista". En este sentido, en los acontecimientos de Egipto "han tomado parte todos los colectivos". El cineasta recordó la anécdota de un taxista que le contó cómo participó en la revuelta haciendo lo que mejor sabía hacer "quemando coches de policía y llevando gratis a la gente de la plaza".

Por último, Ignacio Cembrero habló de los interrogantes que se abren tras estas revoluciones. "Durante los próximos años nos vamos a tener que acostumbrar a vivir cerca de una zona altamente inestable, ya que la situación tardará en normalizarse". El desprestigio de Europa, y en particular de Francia, por apoyar a estos regímenes, es otra de las consecuencias que, a juicio de Cembrero, están trayendo estas revoluciones.

Aunque uno de los aspectos más alarmantes, señala, es el aumento del precio del petróleo. "Esto no ha hecho más que empezar. Habrá una subida histórica que hará que acabemos viviendo a oscuras".