El secretario general del PSPV, Jorge Alarte, maniobraba anoche, al cierre de la edición, para intentar evitar una fuerte contestación en el comité que los socialistas valencianos celebrarán hoy para validar las candidaturas con las que concurrirán a los comicios autonómicos del próximo 22 de mayo. Alarte tenía un fuerte conflicto en la provincia de Castellón y disputas puntuales en Valencia. En Alicante, el líder socialista tenía varios focos de batalla: la ciudad de Alicante, la purga del lermismo, la exclusión de la Vega Baja de los puestos de salida en la lista a las Cortes y el malestar de los partidarios de la secretaria del PSPV en Alicante, Ana Barceló, muy molesta por una forma de elaborar la candidatura que considera una "imposición" de Alarte.

En esta tesitura, el descontento de los notables socialistas podría quedar explicitado no sólo en la votación -la cúpula de Alarte da por descontado que habrá, como mínimo, un 30% de contestación- sino también con una importante ausencia de miembros de un comité, el máximo órgano de dirección del PSPV, en el que tienen derecho a participar un total de 203 miembros. Los críticos quieren expresar su descontentocon el boicot. Al cierre de la edición, el conflicto interno era de tal magnitud que la comisión de listas que preside Elena Martín, encargada de emitir un dictamen preceptivo sobre las candidaturas, retrasó su convocatoria en más de tres horas ante la falta de acuerdo. En principio, el encuentro en el que se tenía que empezar a debatir el orden de las candidaturas a las Cortes tenía previsto arrancar a las siete de la tarde. Pasadas las once de la noche, ese encuentro acumulaba más de cuatro horas de retraso.

Los frentes que tenía abiertos Jorge Alarte eran múltiples y diversos. El líder del PSPV ha cultivado un duro enfrentamiento con el amplio sector que respaldó al alcalde de Morella, Ximo Puig, en el último congreso socialista. Los lermistas han sido borrados de la faz de la tierra. El propio Puig quedará fuera de las listas, la inmensa mayoría de los diputados que respaldaron al dirigente lermista tampoco renovarán su escaño a partir del 22-M y anoche, sin ir más lejos, el propio Alarte citaba en su despacho a Antoni Such, diputado por Valencia y secretario de la Mesa de las Cortes, para comunicarle su defenestración. El candidato a la Generalitat también se ha echado encima al secretario del PSPV en Castellón, Francesc Colomer, que se autoexcluyó como cabeza de lista -será sustituido por el ex rector de la Universidad Jaume I, Francisco Toledo- después de la decisión del aspirante al Consell de cambiar por completo la candidatura que propuso.

En Alicante, el líder del PSPV quería una lista a su medida para intentar controlar la organización territorial en la que ha encontrado más dificultades. Así que Alarte ha diseñado una candidatura de "trinchera" para intentar resistir en el caso de que, finalmente, las urnas confirmen los catastróficos augurios de las encuestas. Los nombres son, más o menos, los que se vienen barajando en los últimos días. El líder socialista se rodeará de fieles. Finalmente, eso sí, dejará a Ana Barceló como número dos pese a las presiones para excluirla. Estará sola. Pese a las presiones de última hora, la Vega Baja -una comarca con nada menos que 27 municipios- se quedará sin candidato en puesto de salida. La primera será una edil de Los Montesinos que estará en el puesto quince. Y, encima, el reparto de los puestos de Alicante puede desembocar en una nueva rebelión en el grupo de ediles e, incluso, en la destitución de la actual portavoz, Carmen Sánchez Brufal.

Al cierre de la edición, el desbarajuste de los socialistas era espectacular. La comisión de listas esperaba que Alarte retornara a la sede de Blanqueries tras un acto en la localidad de Paiporta para continuar con sus trabajos. Y mientras, los partidarios del secretario del PSPV, conscientes de la contestación que pueden cosechar hoy, trataban de movilizar a sus partidarios para abortar el boicot de los grupos críticos.

El líder socialista se sube a "La Noria"

Alarte participa esta noche en el programa "La Noria", de Tele 5. Se verá las caras con la diputada Alicia de Miguel para valorar el caso Gürtel. El ensayo general de la refriega se vivió ayer y no fue a cuenta de los trajes de Camps, sino sobre la identidad de los participantes en el duelo. Los socialistas denunciaron que De Miguel ha sido elegida por su partido como segundo plato porque el vicesecretario de Comunicación del PP, Esteban González Pons, se borró al saber que Rajoy iba a confirmar al jefe del Consell como candidato. Un portavoz del PSPV indicó que el programa invitó al líder socialista "a principios de semana" a asistir al debate sobre Gürtel. Enfrente iba a tener a González Pons, pero el jueves llegó la noticia a Blanqueries de que el dirigente nacional del PP había renunciado a acudir. El mandatario popular negó ayer haber confirmado su participación: "El programa les diría que hablarían conmigo para ver quién iba del PP y Alarte se hizo la ilusión de verme", indicó. Y agregó: "No voy a debatir con él porque no estamos al mismo nivel en la política nacional". F. A.