Dos años después el Manjón sigue en barracones. Pasaron ya 730 días del desalojo y los padres se echaron nuevamente a las calles. Más de un centenar de personas -representantes de la comunidad educativa, agentes sociales y de diferentes formaciones políticas- se manifestaron para pedir, nuevamente, la rehabilitación del centro en la ubicación que ha tenido durante 75 años.

Minutos antes de comenzar la marcha, la presidenta del AMPA, Mari Carmen Saez, aseguró que la concejala de Educación, María del Carmen Román informó a la directora del centro que "la reforma del Manjón se haría sí o sí siguiendo el segundo informe y que si los padres la rechazan y no llevan a sus hijos al centro rehabilitado éste se usará para otra cosa". Declaraciones que según la concejala nunca se produjeron. El segundo informe, elaborado por el ingeniero Florentino Regalado, fue rechazado por los padres por no acometer las modificaciones que vienen exigiendo desde que el colegio se declaró en ruinas: nueva instalación eléctrica y aseos infantiles junto a las aulas de los pequeños, entre otras mejoras.

La manifestación se produjo una semana después de la reunión entre la Asociación de Madres y Padres de Alumnos (AMPA) del colegio con Regalado, que establece un presupuesto de 600.000 euros para reformar el Manjón y que contradice el primer documento en el que se declaraba el centro en ruina y establecía su derribo.Además, el miércoles de esta semana el centro celebró un consejo escolar en el que, según Saez se decidió "rechazar la reforma del Ayuntamiento, exigir un colegio digno y que la decisión la tenga Conselleria".

Sin embargo, en el pleno municipal de esta mañana está previsto aprobar una partida de casi 5 millones de euros para reformar centros educativos, de cuales 900.000 se destinarán al Manjón, según confirmó la responsable de Educación en el Ayuntamiento. "El dinero para la reforma estará disponible pero luego la Conselleria tendrá que responder por él, porque es su competencia", explicó Román.

La marcha se realizó desde los actuales barracones donde los niños dan clase, en la calle Bailarín Espadero, hasta el colegio, donde se colocó, al igual que el año pasado, un crespón negro en señal de duelo. Seguridad y unas condiciones mínimas para que los niños puedan estudiar, esa fue la consigna que los padres exigieron una vez más. Saez aseguró que de imponerse una reformar el AMPA continuará manifestando su rechazo ante el Ayuntamiento.

Por otro lado, el Grupo Municipal Socialista anunció que pedirá hoy a Sonia Castedo que explique las actuaciones que tomará para resolver el problema del colegio. Además, el concejal del PSOE, Manuel de Barros exige que se aclaren las contradicciones sobre los dos informes y que el Ayuntamiento asuma su responsabilidad, ya que en su opinión "se ha metido donde nadie le ha llamado y asumiendo costes que no le corresponden". "Debemos ser serios y dejar que la Conselleria tome las riendas de esta situación"