Mariano Rajoy aguanta y, al menos de momento, se resiste a ratificar a Francisco Camps como candidato del PP a la Generalitat. En Génova, la sede de los populares en Madrid, siguen sin poner fecha a la convocatoria del comité electoral nacional, el único órgano con potestad para confirmar a Camps, que, por contra, sí se reunirá en las próximas horas -entre hoy y mañana- para ratificar a María Dolores de Cospedal, número dos de Mariano Rajoy en el PP, como aspirante en Castilla-La Mancha. En ese encuentro no se hablará de la situación de la Comunidad. Pese a la decisión del jefe del Consell de acelerar los plazos con una reunión urgente del comité de listas regional para autoproponerse, Génova sigue sin incluir en su agenda la decisión sobre Camps, retrasada "sine die" justo en el momento en el que el titular de la Generalitat está a la espera de la decisión del juez José Flors sobre la apertura de juicio oral en el caso de los trajes de Gürtel.

De hecho, ninguno de los dirigentes que salieron a la palestra para, de puertas hacia fuera, dar su respaldo a Camps -González Pons se llevó la palma asegurando que "pondría las dos manos en el fuego" por el titular de la Generalitat-, sin embargo, fue capaz de concretar una fecha para la confirmación del líder autonómico del PP. El propio jefe del Consell, durante un acto en el Palau con las Cámaras de Comercio, concedió que el "calendario" de las proclamaciones responde a "tiempos marcados" que se van desarrollando "de acuerdo a la estrategia nacional" marcada desde Génova. La decisión sobre Camps, en cualquier caso, sigue en el aire mientras en las filas del PP de la Comunidad Valenciana sigue creciendo la incertidumbre sobre el futuro político del jefe del Consell.

En la cúpula regional del PP, en todo caso, insisten en que todo el proceso tiene el aval de Génova y, en esa dirección, recuerdan que, cuatro horas antes de la celebración del comité regional de listas en el que se lanzó la propuesta de Camps como aspirante a un tercer mandato en el Consell, el propio presidente de la Generalitat conversó con Ana Mato, vicesecretaria de Organización del PP, con el objetivo de recibir el placet de Madrid a su maniobra. Efectivamente, la portavoz popular en el Congreso, Soraya Sáenz de Santamaría, avaló esa tesis. A preguntas de los periodistas en el Congreso, la diputada, una persona del círculo más estrecho de Mariano Rajoy, garantizó que la convocatoria del comité de listas para proponer a Camps se realizó "a instancias de la dirección nacional del PP". "Los plazos ya son cortos para la proclamación de los candidatos. Hay que cumplir con este trámite", aseveró.

La cúpula popular no se opuso a una convocatoria para nominar a Camps que, de facto, no tiene un valor político real más allá que intentar ganar tiempo y mantener la presión a la espera de la resolución de Génova. El comité electoral regional sólo puede realizar una propuesta que, en último extremo, Madrid debe ratificar para ser válida. Así que la pelota está en el tejado del comité nacional de listas que, tras la reunión en la que ratificará a De Cospedal antes de su proclamación en un gran acto que se celebrará el sábado en Toledo junto a Rajoy, no prevé celebrar otra en breve.

Camps trató de acelerar los plazos a raíz de la intervención de María Dolores de Cospedal. La número dos de Rajoy se mostró muy tibia ante los micrófonos pero aún más en un posterior corrillo con periodistas en el que dejó en el aire la candidatura de Camps, explicaron fuentes del PP. Ese fue el detonante de la maniobra del jefe del Consell que, de esta manera, quema uno de los cartuchos que tenía guardados para tratar de convencer a Madrid de que, a pesar de sus complicaciones judiciales, debe aspirar a un tercer mandato en la Generalitat. En Génova, en estos momentos, De Cospedal y Ana Mato, con el apoyo de Javier Arenas, libran un pulso que tiene sus efectos sobre el futuro de Francisco Camps. De Cospedal apuesta por su relevo y la otra mitad de la cúpula del PP por su continuidad con Rajoy esperando que los jueces, llegado el momento, le permitan desatascar su embrollo en la Comunidad.

El líder nacional del PP, de hecho, preferiría que Camps diera un paso atrás y cediera antes de tomar una decisión drástica. En este sentido, tal y como este periódico adelantó hace dos meses, una de las soluciones pasaría por ofrecer al jefe del Consell una salida en las próximas generales -diputado por Valencia y, después, un alto cargo- tanto si repite de candidato como si, finalmente, cae.

El PPCV espera que la decisión se tome antes de la convención de Palma

El PP de la Comunidad ha ido quemando plazos desde mediados de 2010 para, cuando restan tres meses para las elecciones, estar, a estas alturas, sin candidato. Y el siguiente plazo es la convención que el PP celebra en Palma de Mallorca entre el 4 y el 5 de marzo para lanzar su campaña autonómica. En la cúpula de los populares valencianos se espera que el jefe del Consell sea ratificado por Génova como candidato antes de esa fecha. Sin embargo, en Madrid, explicaron fuentes del PP, siguen insistiendo en que la decisión no se tomará hasta después del 28 de marzo con las Cortes ya disueltas. Para entonces, Rajoy tendrá sobre su mesa la decisión del juez Flors y deberá lidiar con el escollo de las presiones que se producirán una vez que se conozca la resolución judicial. Camps tiene prisa y quiere llegar a esa fecha ya investido. En Madrid no. El PP de Esperanza Aguirre dejó claro que no tiene prisa y que esperará a la orden de Madrid. P. r. f.