Todavía parece ciencia ficción, pero los robots comienzan, de manera tímida, a introducirse en nuestra vida cotidiana. Y aunque todavía quedan años para que un autómata nos acompañe a hacer la compra y cargue con las bolsas, en la Universidad de Alicante un grupo de estudiantes inicia el camino hacia ese futuro con la participación en un taller, que comenzó ayer, para construir y programar su propio robot.

Cuando termine este curso, el próximo día 17 de febrero, los estudiantes se llevarán a sus casas un robot de unos 20 centímetros de altura "con ruedas y sensores que le permitirá hacer diferentes acciones, como la de desplazarse a través de una línea, seguir una luz o a otro robot", explica Santiago Puente, responsable de este taller, organizado por el grupo de Automática, Robótica y Visión Artificial de la UA.

Una industria que promete

La fuga de investigadores es el principal problema que aqueja al sector de la robótica en España. Como explica Puente, "estamos muy bien posicionados en el campo de la investigación en robótica, pero ésta es mayoritariamente aprovechada por empresas extranjeras". Y aunque el elevado precio sigue siendo un obstáculo, los costes se van reduciendo paulatinamente "y hoy en día la robótica tiene aplicaciones en campos mucho más cercanos" de lo que en un principio podíamos imaginar.

El profesor de la Universidad pone como ejemplo "los robots para la inspección de tuberías", que ya utilizan algunas empresas, "los sistemas de seguridad o los autómatas submarinos empleados para el control de las aguas en los puertos".

En otros terrenos, como la industria del juguete hace años que la robótica ha ganado la partida y en el campo de la medicina su presencia permite avanzar a pasos de gigante. "La robótica en este terreno facilita la práctica de cirugías menos invasivas y el desarrollo de la telemedicina". Actualmente, añade Santiago Puente, "ya no es necesario que un especialista esté físicamente presente en un quirófano para seguir una operación".

A un nivel más doméstico, la robótica está empezando a entrar en nuestras casas de la mano de "aspiradores o cortacésped inteligentes". La demanda en este sentido cobra un papel esencial. "Cuanta más gente lo compre más bajará su precio".

Por el momento, los robots que estos días se construyen en la Universidad de Alicante pueden aspirar a convertirse en los mejores de su categoría en un concurso que se celebrará en la Escuela Politécnica el próximo 21 de febrero. En la prueba, en la que pueden participar hasta 20 máquinas, se seleccionará el mejor robot construido por un alumno. Para ello, "se marcarán diferentes pruebas. El que mejor las supere será el ganador", señala Santiago Puente.