Ya no nadan a contracorriente, ni tienen que lidiar con sus familias para ver cumplido su sueño. La presencia de la mujer en los laboratorios de investigación hace años que dejó de ser una anécdota y sienten que su trabajo en este campo está igual de reconocido que el de sus compañeros.

Sin embargo, mientras que en las facultades de Medicina el número de alumnas es mayoritario, esta pauta se rompe, una vez finalizada la carrera, en el campo de la investigación. "Las mujeres sólo firman un 40% de las investigaciones en nuestro país", explica la doctora Ana Peiró, especialista en Farmacología Clínica, quien ha participado recientemente en las primeras jornadas Mujer e Investigación celebradas en el Hospital General de Alicante. Junto a ella, la doctora Ana Gutiérrez, especialista en Digestivo, y la enfermera Manuela Domingo hablaron sobre los principales obstáculos que encuentran las mujeres para desarrollar una carrera en el campo de la investigación.

Barreras que pasan, sobre todo, "por la conciliación de la vida laboral y familiar", apunta la doctora Ana Gutiérrez. Con tres hijos pequeños, esta investigadora, cree que en este aspecto hombres y mujeres "no estamos en el mismo plano". El trabajo de laboratorio "requiere de paciencia, mucha disponibilidad de tiempo y a veces de predisposición para viajar al extranjero, por eso muchas tiran la toalla cuando llega el momento de plantearse la maternidad". Para Ana Peiró esta diferencia supone una pérdida de recursos y de talentos "porque en las facultades se forma a hombres y mujeres en igualdad para que investiguen". En opinión de esta investigadora, en aquellos países donde hay más facilidades para las mujeres, "hay un mejor uso de los recursos y menos problemas sociales".

¿Y cómo asumen los padres eso de que una hija se quiera dedicar a la investigación? "En mi caso muy bien. Aunque no entienden del todo que hace una enfermera metida en la investigación me apoyan muchísimo", señala Manuela Domingo.

Pero en el campo de la investigación la mujer juega un doble papel. Al margen de investigadora, también es sujeto de investigaciones, y en este terreno su pape sí que sigue siendo minoritario. Cuestiones hormonales y la imposibilidad de someterse a un ensayo clínico estando embarazadas o en época de lactancia limita el ensayo de nuevos fármacos sólo a los hombres, lo que a juicio de estas tres investigadoras supone un importante sesgo "porque después, los medicamentos los toman tanto hombres como mujeres y los efectos no son los mismos".