"Hay muchísima diferencia entre un colegio y otro. Aún no nos lo creemos", aseguraba ayer Eva Puente, que tiene un niño de 5 años matriculado en el Benalúa. "Lo mejor es dejar las prefabricadas y que el nuevo centro tiene de todo, comedor para todos los alumnos, cocina, pistas deportivas, es chulísimo comparado con lo que había antes", explicaba esta madre tras contemplar la sala de música, insonorizada en techo y paredes, y con pizarra de pentagrama. Su hijo, junto a otros 300 alumnos, abandonará hoy las viejas instalaciones de la calle Alona, que se construyeron en 1934 aunque el edificio original tuvo que ser demolido en el año 2000 tras ser declarado en "ruina técnica". En el solar que quedó libre se instalaron veinte barracones donde los alumnos han estado estudiando hasta ahora. La dirección repartió ayer una circular citando a los niños a las 9 horas en sus viejas aulas, desde donde, acompañados por profesores y tutores, iniciarán el traslado de forma escalonada hasta las nuevas dependencias, situadas entre las calles Doctor Just y la avenida de Elche. Los estudiantes serán "escoltados" por agentes de la Policía Local y al llegar conocerán sus nuevas clases. El resto de la jornada se completará con actividades lúdicas para celebrar el primer día del nuevo cole.

Para evitar que la apertura oficial se convierta en un caos, la dirección abrió ayer por la tarde las puertas del nuevo colegio a los padres, que libremente pudieron acceder a los distintos espacios, desde las aulas a los almacenes. Los wc en miniatura y las bañeras de los aseos de las aulas de Infantil llamaron especialmente su atención así como los colores pastel de las paredes, la buena iluminación natural y el hecho de que un patio común comunique con todas las clases de los más pequeños.

"Esto es un colegio de lujo con el que no podíamos ni soñar", aseguró Angelines Jiménez, abuela de cuatro alumnos del Benalúa y profesora durante 40 años del colegio Cuba de Torrevieja, del que fue director su marido. Ambos están muy contentos con las nuevas instalaciones, "enormes y muy completas", después de ver a sus nietos en las prefabricadas. "Con los barracones era un colegio limitado, con todo muy pequeño y espacio insuficiente, le faltaban muchos medios, como ordenadores, gimnasio, salón de actos...pero los profesores son muy buenos". También el inspector de la Conselleria de Educación, José López Duro, destacó la implicación y calidad de la plantilla . "Un colegio es algo más que unas buenas instalaciones, ese algo más lo da el profesorado. Con los docentes que tiene, se va a convertir en un colegio de primera línea y en una opción de calidad que dará respuesta a las necesidades del centro de Alicante, que está muy desasistido en cuanto a instalaciones educativas. El profesorado se ha portado de maravilla viniendo por las tardes a preparar el traslado a este edificio, sólido, funcional y educativo".

La directora, Mari Carmen García, también felicitó al profesorado por su dedicación, especialmente desde que el 17 de enero comenzaron a entrar los camiones con el material. "Algunos han estado todo el día trabajando comiéndose a mediodía un bocadillo y hasta los monitores de comedor han ayudado a hacer el traslado. Para todos ha sido algo ilusionante". Pese a todo, quedan flecos como el montaje del aula de informática o de la biblioteca, el registro de ordenadores, poner en marcha teléfonos y ascensores, o material apilado pendiente de colocar como las espalderas del gimnasio, tareas que la directora calculó que tardará un mes en terminarse.

La concejala de Educación, Mari Carmen Román, que también visitó el centro, auguró un incremento de la matrícula el próximo curso "al haber más sitio y mejores instalaciones". Rosa Martín, madre de dos alumnos, destacó que sus niños disfrutarán ahora de lo que no tenían antes en las prefabricadas, donde el patio era muy pequeño y faltaban aulas para actividades. "Lo mejor es la amplitud y los aseos, porque en los barracones se salía el agua e iban siempre con los cordones de los zapatos mojados y sucios". María, alumna de quinto de Primaria e hija de una familia ucraniana, descubrió nerviosa su nuevo cole. "Nuestros hijos tendrán aulas nuevas, sala de informática, sala deportiva, grandes terrazas y podrán comer todos a la vez en el comedor en lugar de por turnos. Podrán gozar de todo esto", concluyó su madre.

Los vecinos piden la cesión de la vieja escuela

La asociación de vecinos Benalúa 10 ha solicitado a la alcaldesa y a la concejala de Educación la cesión al barrio de las viejas instalaciones que quedarán libres a partir de hoy para que puedan ser aprovechadas con actividades deportivas y educativas. La asociación ha elaborado un proyecto de uso del centro por el que reclaman poder trasladar la sede de los movimientos vecinales de Benalúa a la casa del guarda que obra dentro del colegio, en la que tendría cabida no sólo la asociación Benalúa 10, también El Templete, y que contempla distintas soluciones para que el barrio haga uso del solar que quedará libre con la retirada de las aulas prefabricadas a través de la instalación de una ludoteca y de pistas deportivas "para el uso y disfrute de todos los vecinos". Al solicitar la cesión de las instalaciones, el Ayuntamiento les pidió la elaboración de un proyecto de ocio y tiempo libre que ya han presentado, aunque "nos han dicho que ahora no hay dinero", explicó la presidenta de Benalúa 10, Regina Valdés. La asociación se muestra dispuesta a esperar a la transformación de la zona en área cultural y deportiva y se conforma con la cesión para uso y disfrute de los vecinos, y para ello reclaman el apoyo del barrio a esta petición. El proyecto detalla todos los aspectos de la futura ludoteca, con servicios y actividades que se pueden ofrecer, funcionamiento, metodología, precios y horarios, así como lo que supondrá en cuanto a incremento de zonas verdes y juegos, dotación de espacios abiertos y de actividad física. J.H.