Estalactitas de cemento y alambre y un falso manantial. Es lo que esconde en su interior una gruta del siglo XIX ubicada en los jardines del Panteón de Quijano. Aunque se trata de una estructura típica de los jardines de los antiguos palacetes, en la actualidad se estaba utilizando como almacén de las herramientas de jardinería. Ahora está siendo rehabilitada para que pueda visualizarse su interior y poner en valor esta pequeña caverna artificial, ubicada en un lateral de la plaza, junto a la calle San Vicente.

La rehabilitación ha dejado a la vista las dos arcadas que daban acceso a esta caverna de piedra, creada en el XIX imitando a las grutas naturales. Desde la asociación cultural Alicante Vivo propusieron al Ayuntamiento la restauración de esta cueva tras conocer que se trataba de "la única gruta urbana que se conserva en las plazas románticas de la ciudad y una de las pocas de la provincia", como destaca el presidente del colectivo, Alfredo Campello, quien explica que esta construcción era típica en los jardines de la época y en ellas solían ponerse imágenes religiosas. Tenía una función decorativa y también servía de escondite para los enamorados o de refugio frente a la lluvia.

Campello, que tuvo acceso al interior de la gruta antes de que comenzara su restauración, explica que el tejado se construyó de tal forma que "pudiese canalizar el agua de la lluvia y abastecer al falso manantial interno". Un tronco de un árbol sustenta la cúpula del tejado. Hace unos meses, desde la asociación pudieron comprobar que se habían producido goteras. El presidente de la asociación recuerda que en los años veinte se reconvirtió en una jaula en la que se introdujo a una pareja de monos como un atractivo más del jardín y unos años más tarde fueron retirados. Campello indica que ahora se la recuerda como la caseta del jardinero y afirma que, pese a los años, la gruta está bien conservada. Además de la rehabilitación de la gruta, desde el Ayuntamiento de Alicante anunciaron hace unos meses su intención de llevar a cabo otras actuaciones en la plaza, como la iluminación del recién restaurado Panteón de Quijano, la apertura de un bar y la instalación de juegos infantiles.

Imitación de las Cuevas de Canelobre

El presidente de Alicante Vivo, Alfredo Campello, afirma que este tipo de grutas "solían encontrarse en rincones retirados, semiocultos y alejados de la vista de la gente". Para imitar a las cavernas se les instalaban estalactitas falsas o reales extraídas de alguna gruta natural. En el caso de la existente junto al Panteón de Quijano, el representante de esta asociación asegura que están fabricadas con cemento y reforzadas con alambres. Al respecto, apunta que junto a las estalactitas que cuelgan del techo se pueden observar "dos grandes columnas que imitan a las de las Cuevas de Canelobre". Campello recuerda que antes de la restauración pudo ver que el interior de este habitáculo se conserva un banco de piedra junto a uno de los arcos que estaba tapado por un muro y que ahora ha sido recuperado. De esta forma, los trabajos han dejado a la vista las dos entradas a la gruta originarias.