Nuevas normativas ajustadas a las nuevas modalidades de venta al público. El Consell aprobó ayer el proyecto de la Ley de Comercio de la Comunidad. Un marco de actuación en el que por primera vez se someterá a evaluación el funcionamiento de los denominados espacios outlet. La inclusión de este apartado pretende dar respuesta a la ausencia actual de unas pautas efectivas para el control de este tipo de superficies que han proliferado de forma relevante en los últimos años, ampliando así la protección a los pequeños y medianos establecimientos de las tres provincias.

La nueva ley, que está a la espera de someterse al debate de las Cortes Valencianas, establecerá mayores controles en la venta de los excedentes de producción o de temporada que gestionan estos espacios velando, entre otros aspectos, porque "las reducciones de precios sean evidentes y reales respecto a los valores de mercado para garantizar la competencia", según expresó ayer la portavoz del Consell, Paula Sánchez de León. Unas medidas que deberán cumplir además aquellos comercios que ofrezcan secciones outlet dentro de sus puntos de venta, que "tendrán que quedar claramente diferenciadas del resto de los artículos del local" y asegurando que se trate de mercancías de otras temporadas y no de prendas rebajadas que se intentan vender bajo este reclamo.

Regulación de aperturas

El marco legal va más allá en sus ambiciones limitando la obligación de solicitar las autorizaciones previas de apertura a aquellos espacios que se sitúen por encima de los 2.500 metros cuadrados -en la normativa vigente la solicitud del permiso a la Conselleria de Industria era necesaria a partir de los 1.000 metros cuadrados-.

Con estas medidas se pretenden "agilizar" los trámites para la creación de nuevos espacios de venta. Unos planteamientos que, según el Consell, tendrán su impacto en el fomento de nuevos puntos comerciales y por extensión en la "oferta de puestos de trabajo". A estas vías de actuación se suma también la regulación "novedosa" del denominado comercio de proximidad integrado en centros comerciales urbanos. Superficies ubicadas en los núcleos de las ciudades, formadas por establecimientos con similares características y destinadas a potenciar el pequeño comercio.

Bajo estas premisas, la nueva normativa fue recibida ayer con "prudencia" por parte del sector. El presidente del colectivo de Comerciantes por Alicante, Pedro de Gea, advertía de que pese a estar a la espera de evaluar de forma más exhaustiva la ley "se han recogido prácticamente el 95% de las alegaciones presentadas. Unos planteamientos con los que se busca favorecer el fortalecimiento" de la actividad comercial.

De igual manera, el proyecto fija en nueve -frente a los ocho vigentes hasta ahora- la apertura en festivos en la Comunidad, además de dejar en manos de los ayuntamientos la posibilidad de modificar dos de esos días festivos en función de las celebraciones locales.

Por otra parte, el Foro de Comercio Benicarló, integrado por diferentes organizaciones de la actividad, entre ellas la Confederación Valenciana de Comercio (Covaco) mostró ayer su rechazo a la concertación de horarios comerciales entre comunidades autónomas que planteó el Gobierno, al entender que la "liberalización de los horarios supone un ataque hacia las realidades sociales concretas que presenta cada comunidad autónoma".

Una tramitación que debe acelerarse

Con unos márgenes más que ajustados. La evaluación en las Cortes Valencianas de la nueva Ley de Comercio para su aprobación podría quedar finalmente en el aire si los trámites no se realizan con celeridad. El cierre de sesiones por vacaciones en el que se mueve la cámara autonómica y que se prolongará hasta febrero, así como la disolución de la misma con la llegada de marzo en la antesala de las elecciones autonómicas deja una agenda más que apretada para conseguir dar el visto bueno a la aprobación definitiva de esta normativa dirigida al comercio. N.I.