Abortos espontáneos, fecundaciones fallidas y una gran decepción. Después de muchos años intentando ser padres, "y viendo que los años iban pasando sin solución", José y Lucía (nombres ficticios) decidieron recurrir a una madre de alquiler para poder ver cumplido sus sueños de ser padres.

Los últimos casos de famosos que habían recurrido a este método les pusieron sobre la pista. "Después nos informamos a través de internet y nos pusimos en contacto con un bufete de abogados que gestiona estos temas". Para esta pareja alicantina, el camino que escogieron estuvo salpicado de momentos difíciles "sobre todo al principio, cuando esperas a que el embarazo se confirme". Pero "una vez que nos dijeron que todo iba bien fue maravilloso". ¿El mejor momento? "Sin duda cuando recibes a tu propio hijo en tus brazos nada más nacer".

Respecto a la madre de alquiler, "la relación con ella fue muy personal y directa", tanto "que sentíamos que estábamos embarazados los tres al mismo tiempo". En este sentido, "ella es como una hermana para nosotros, siempre le estaremos agradecidos por darnos la posibilidad de ser padres de nuestro propio hijo". Las mujeres que deciden gestar un hijo para otras personas en EE UU, explica el abogado Miguel Ángel Boix, "deben pasar por un exhaustivo estudio psicológico, en el que, sobre todo, se determina que la mujer tenga instinto maternal". Y aunque una madre de alquiler puede ganar con este proceso "unos 25.000 dólares, a la menor sospecha de que la mujer lo está haciendo sólo por dinero, enseguida queda descartada".

José y Lucía han quedado tan satisfechos de esta experiencia, "que ya estamos pensando en iniciar los trámites para buscar un segundo hijo". De lo que no están seguros es de si, cuando sea mayor, le contarán a su hijo la forma tan especial en la que fue concebido. "No lo hemos decidido, depende del mañana y de cómo se vayan desenvolviendo las cosas".