La nueva ley antitabaco ha tenido su bautizo de fuego este fin de semana en los locales de ocio nocturno, donde es más difícil evitar que los clientes fumen que en bares, cafeterías y restaurantes. El desconcierto ha sido la nota predominante entre profesionales de la hostelería y usuarios de los establecimientos, desconocedores del alcance real de la nueva normativa, y la tónica general durante la noche del viernes en los pubs del Casco Antiguo de Alicante fue la de terrazas repletas de gente con el cigarro entre las manos, en claro contraste con el interior de los recintos, vacíos en su mayoría. Este hecho ha provocado las primeras quejas recibidas por la Asociación de Vecinos del Casco Antiguo. "Hay más personas en los exteriores de los pubs y muchos de los locales permanecen con las puertas abiertas toda la noche, por lo que aumenta el ruido", explica María Dolores Peretó, presidenta del colectivo.

Desde las terrazas, los usuarios fumadores también manifestaban su opinión. "La ley sería peor si viviéramos en zonas como Vigo, Santander o San Sebastián, donde hace mucho más frío que aquí", señala Beatriz Ramos. Esta joven clienta también comenta otros aspectos relacionados con la nueva ley, como "la contradicción que supone que no te dejen beber fuera de los locales ni fumar dentro de ellos. No puedes hacer las dos cosas a la vez, cuando mucha gente somos únicamente fumadores sociales, de los que solo hacemos uso del tabaco los fines de semana tomado una copa con los amigos".

En la puerta de cada local y en cada esquina de la zona de ocio alicantina se repitió la misma escena durante la madrugada entre el viernes y el sábado: corros de gente fumando que daban paso a una tertulia de tema único, la afronta que supone abandonar los pubs para poder disfrutar de los placeres de la nicotina. "Me parece una norma demasiado restrictiva. A partir de cierta hora, cuando ya no hay menores, deberían dejar fumar en los locales de ocio. Tampoco entiendo que nos dejen vender tabaco y no se pueda consumir. Muchos bares vamos a quitar las máquinas. Son un servicio que le damos a los clientes y, si no pueden fumar dentro, ya no nos interesa tenerlas", declara el responsable de la seguridad del local Bugatti, Pedro Martínez, quien también hace una reivindicación: "Por lo menos, nos podrían dejar ampliar el horario de permanencia de las terrazas hasta la hora de cierre".

Peor es el panorama para las discotecas que se encuentran fuera del Casco Antiguo. Desde el local Quinta Avenida, situado en la céntrica calle Gerona, su encargada, Cristina Medrano, afirma que la nueva situación "nos supone un gran perjuicio". "Hemos tenido que aumentar la seguridad porque muchos clientes se esconden en los aseos para fumar. Otro problema son los que salen fuera. El ruido molesta al vecindario y en verano, cuando la gente duerma con las ventanas abiertas, será todavía peor", añade.

Imágenes de la noche

La aplicación de la nueva Ley del Tabaco dejó diferentes estampas en las discotecas de Elche. Mientras que en la mayoría de ellas los fumadores optaron por salir a la calle y dejar de consumir, para cabreo de los empresarios, en otras, las menos, tenían el privilegio de contar con una pequeña terraza donde los clientes podían fumar y seguir con sus bebidas sin tener que salir del establecimiento. Este es el caso de la discoteca Gold, ubicada en el polígono de Altabix. Su encargado, Miguel Marruecos, explicaba que ellos tienen una pequeña terraza donde la gente puede estar en ella fumando. El encargado de Gold indicaba que la zona al aire libre "ya la teníamos desde antes, y nos ha venido muy bien, porque la gente no tiene que salir a la calle a fumar, y puede seguir tomándose su copa tranquilamente mientras fuma". Sobre la experiencia de las primeras noches sin humo, Miguel Marruecos dice que el día del Roscón la sala estaba a tope de gente y nadie fumó en ella. "El que quería se salía a la terraza", matiza.

En Benidorm, ciudad del ocio por excelencia, el presidente de Ociobal y dueño de varios pubs, Rafael Navarro, afirma ante preguntas de este periódico que no será hasta después del invierno "cuando se note en cifras hasta dónde nos perjudica esta ley".