Ni los más pesimistas creían, a comienzos de 2010, que este año iba a ser tan nefasto en materia de construcción de viviendas, pero los datos son contundentes. Así, a lo largo de 2010, el Ayuntamiento ha concedido licencias por un total de 292 viviendas, lo que significa menos de la mitad que en 2008, que era hasta ahora, el peor en la materia en los últimos 20 años.

Tan paupérrimos resultados invitan a deducir que la actividad del sector de la construcción de viviendas ha tocado fondo en la ciudad, ya que es muy difícil rebajar aún más estas cotas, muy próximas a la paralización. Los síntomas esperanzadores que desde el sector de los promotores de viviendas se avistaban para después de la primavera pasada no se han confirmado en absoluto.

Además, los datos facilitados por la Gerencia Municipal de Urbanismo del año 2010 indican que de las 292 viviendas autorizadas, casi 200 corresponden a tres únicos proyectos. Se trata de dos promociones de viviendas en el Polígono de San Blas, una de 108 y otra de 27, y una tercera de 54 pisos en los terrenos del plan parcial de la Playa de San Juan Norte. Del resto de proyectos aprobados por el Ayuntamiento sólo otros dos superan la decena de pisos, uno de ellos de 14 viviendas en la calle Capitán Segarra y el otro de 12 en Campos Vassallo. Por tipología, han dominado los pisos en edificio en altura, con 268, frente a las 24 casas en viviendas unifamiliares, en su gran mayoría aisladas, tipo chalet.

La gravedad de la crisis se aprecia más si hacemos comparaciones. Así, en 2009, las licencias concedidas fueron 815. En 2008, cuando la crisis estalló con toda su crudeza se alcanzaron las 720, las peores cifras hasta ahora. Estos datos contrastan negativamente con los de 2007, cuando se alcanzaron las 4.165 viviendas, muy cerca de las 4.490 concedidas en 2003, que ha sido el mejor de los últimos 20 años en esta materia.

Los augurios de cara a los próximos meses no son tampoco nada optimistas. Así, la hipótesis de que se acaben los stocks de pisos por vender para impulsar la construcción de nuevos, no parece que se vaya a producir ante el marasmo actual del mercado.

Tampoco son optimistas las políticas de ayudas de las Administraciones públicas porque, por el contrario, las previsiones son de más recortes. Y tampoco la concesión de créditos a empresas y compradores tiene perspectivas de incrementarse a corto plazo.

Desde distintos sectores oficiales se ha indicado que el sector no empezará a levantar cabeza hasta que se bajen más los precios de las viviendas, pero en cualquier caso, lo que ya todos parecen tener claro es que el boom del ladrillo, y la creación de los numerosos puestos de trabajo que ello conllevó, ya no va a volver, tal como se conoció en los años precedentes a la crisis.

Una cooperativa como alternativa a la crisis

La última concesión de licencia municipal corresponde a una cooperativa de viviendas a construir en la avenida de Doctor Rico, esquina a la calle Ciudad Real. Se trata de una obra promovida por Inversiones Bulevar Sur, una mercantil del grupo de Ecisa, empresa que se ocupará de la ejecución de las obras como reza en un gran cartel situado en el solar donde se construirá el edificio. El inmueble a levantar constará de un total de 27 viviendas de dos, tres y cuatro habitaciones, distribuidas a lo largo de nueve plantas, además de los bajos, que se destinarán a espacios de relación social y trasteros. La amplitud de la parcela permite que los aparcamientos para los propietarios de los pisos se construyan en superficie. Además, el inmueble contará con una urbanización con piscina, juegos para niños y pista deportiva. El plazo de ejecución es de 18 meses y en la licencia municipal se advierte que no podrán realizarse cerramientos de terrazas al haberse consumido toda la edificabilidad.