Los fiscales que trabajan en el Palacio de Justicia de Alicante, en el barrio de Benalúa, se vieron obligados a trabajar ayer con los abrigos puestos debido a que el aparato de la calefacción es "viejo" y no eleva la temperatura por encima de los 16 grados centígrados. Las dependencias del ministerio público en ese edificio judicial han permanecido cerradas durante un día por orden del fiscal jefe, Juan Carlos López Coig, debido a que el aparato se estropeó y a que, en plena ola de frío, la temperatura en el interior no alcanzaba los 10 grados.

A lo largo de la jornada del martes se consiguió arreglar el aparato pero se da la circunstancia de que, con más de 20 años, la maquinaria es vieja y a máxima potencia no fue capaz ayer de elevar los termómetros más allá de los 16 grados. Ante esta situación, los fiscales y los funcionarios del destacamento se vieron obligados a trabajar con las prendas de abrigo puestas. La calefacción iba a quedarse enchufada hasta hoy para comprobar si se alcanza una temperatura más agradable.