Ikea es el proyecto municipal más urgente y lo demuestra la celeridad con la que se está tramitando. Así, el pleno municipal aprobará mañana, por urgencia, la exposición pública de los cambios en el plan Rabasa para que este centro comercial sea viable. Las prisas, no obstante, han provocado un error en la redacción del acuerdo que se somete a pleno y que deberá ser rectificado por la Junta de Gobierno Local.

La prioridad dada por la alcaldesa a la implantación de Ikea, que la propia Sonia Castedo ha justificado en el beneficio que reportará a la ciudad por los miles de puestos de trabajo que creará y los millones de clientes anuales que atraerá, ha dado lugar a que la Gerencia Municipal de Urbanismo haya revisado, en el plazo récord de menos de un mes, toda la documentación aportada por Viviendas Sociales del Mediterráneo, la mercantil representada por Enrique Ortiz a la que el Ayuntamiento adjudicó la urbanización del plan Rabasa.

La modificación de este plan urbanístico que permite la implantación de Ikea fue entregada al Ayuntamiento el 25 de noviembre y el pleno de mañana aprobará su exposición pública. Para cumplir tan corto plazo ha sido necesario utilizar el procedimiento de urgencia, tanto para el visto bueno dado ayer por la Junta de Gobierno Local, como para el que deberá dar mañana el pleno, ya que no ha dado tiempo a incluir este asunto en el orden del día.

Esta celeridad permite deducir que el Ayuntamiento está decidido a cumplir a rajatabla los plazos que de él dependen para tramitar el plan Rabasa, pues hay que recordar que en el convenio para la implantación de Ikea, suscrito por la citada mercantil, la alcaldesa y la empresa de Ortiz, se fija un máximo de 30 días para este trámite. No obstante, el plazo siguiente no se va a poder cumplir, ya que la portavoz municipal del PP, Marta García Romeu, en su comparecencia de ayer tras la Junta de Gobierno Local, señaló que la exposición pública de los cambios en el plan Rabasa se prolongarán durante 45 días hábiles, lo que supondrá alrededor de 60 días naturales, cuando en el convenio citado se establece que dicho plazo no será "superior a un mes".

Lapsus

Estas prisas han provocado un error que, previsiblemente, deberá ser subsanado antes del pleno municipal de mañana. El lapsus consiste en que en la propuesta de acuerdo sometida ayer a la Junta de GobiernoLocal se indica que "procede, por tanto, aprobar el proyecto de modificación puntual del plan parcial de las Lagunas de Rabasa, antes de elevarlo al pleno de la Corporación para someterlo a exposición pública".

La portavoz municipal del PP fue la que advirtió, en su comparecencia, del error cometido al precisar que lo único acordado ha sido la exposición pública para que los interesados puedan presentar alegaciones . Tras los 45 días hábiles de exposición pública, la Gerencia de Urbanismo deberá resolver las alegaciones y aprobar inicialmente la modificación del plan Rabasa en un plazo de dos meses, según el compromiso que consta en el convenio, en el que se apostilla que tal plazo se cumplirá siempre que se disponga de los informes de otras Administraciones. Tras la aprobación, el plan se remitirá a Medio Ambiente para su aprobación definitiva.

DIMENSIONES

Un macro centro de 300.000 metros

El centro comercial de Ikea, tal como informó este periódico el pasado 5 de diciembre, se situará en los terrenos de Rabasa situados en la parte norte del acuartelamiento militar, con una superficie total de casi 300.000 metros cuadrados. La edificabilidad total es de 125.000 metros cuadrados, lo que permitirá acoger el establecimiento de muebles propio de la firma sueca así como otras grandes superficies con hipermercados y todo tipo de comercios, grandes y pequeños, zonas de ocio, hoteles, restaurantes, grandes aparcamientos y zonas verdes. Este cambio reduce la superficie para viviendas, que aunque serán las 13.300 previstas, se harán en bloques de 12 alturas, dos más de las previstas.