La Guardia Civil busca al conductor que el viernes se dio a la fuga tras atropellar y matar a un hombre con discapacidad en el kilómetro 3 de la carretera sin arcén del Pla de Quart, muy cerca del Hogar Social Juvenil (Hosoju) en Aldaia, donde vivía la víctima, Francisco Cabrelles Ortí, desde hace dos años.

El fallecido, natural de Torrent y que el 2 de febrero cumpliría 54 años, tenía prácticamente paralizada la parte izquierda del cuerpo desde hacía cuatro años, a causa de una trombosis, que también le dejó como secuela una notable cojera, según explicaba ayer su ex mujer, Ascensión, quien indicó que hace dos años Cabrelles sufrió otra trombosis, "aunque no tan fuerte como la anterior". "Pero su espíritu de superación podía con todo y, de hecho, se vestía solo", explicaba ayer su hija Vanessa, muy afectada por lo ocurrido. Sus otros dos hijos, Francisco y José, también muy apenados, criticaron la actitud del conductor. "¿Cómo puede dormir por las noches?", se preguntaban. "Si es persona, se entregará a las autoridades", consideraba Ascensión.

Los familiares explicaron que en el pasado, Francisco "había tenido problemas con el alcohol", pero "ahora estaba en su mejor momento". Todos los días seguía la misma rutina: bajaba andando desde el Hogar hasta Aldaia para tomar un café. La víctima, que era abuelo de una niña de cinco años -ya le había comprado su regalo de Navidad-, se dedicaba a la agricultura y a la doma de caballos antes de sufrir la enfermedad y de ingresar en el Hogar Social, donde "se llevaba bien con todo el mundo", señalaron otros residentes. Precisamente, fue uno de sus compañeros, Gonzalo Yago, quien lo encontró tirado en la cuneta "con un golpe en la cabeza". "Estaba boca abajo y respiraba. Le cogí la mano y le dije que si me oía, que apretara. Pero no lo hizo", lamentaba.