El ministro de Fomento, José Blanco, anunció ayer en el Congreso que el Gobierno iniciará en 2011 la privatización de la gestión de las torres de control de los aeropuertos españoles con un paquete inicial de 13 aeródromos entre los que está El Altet. Aena será la que marque las directrices que deberá seguir la empresa privada para el control aéreo, pero ésta será la que maneje las plantillas y el funcionamiento interno de la torre alicantina, hasta ahora coto cerrado del colectivo de profesionales. En El Altet, la plantilla de controladores está formada por 20 técnicos a los que, según informaron ayer fuentes de Aena, se les reubicará en otros aeropuertos y centros de control de la red estatal, o se les dará la oportunidad de pedir una excedencia en el ente público e integrarse en la empresa que asuma el control de la torre. Una instalación cuyo volumen de negocio en la facturación anual ronda los 20 millones de euros. El ingreso medio de El Altet por las tasas de aproximación, aterrizaje y despegue es de 650 euros por avión. En El Altet hay unas 36.000 operaciones al año.

El Altet ha quedado encuadrado en la primera fase de la liberación del control aéreo en la que también entrarán el próximo año los aeropuertos de Manises (Valencia), Ibiza, La Palma, Lanzarote, Fuerteventura, Sevilla, Jerez, Sabadell, Cuatro Vientos, A Coruña, Vigo y Melilla. Blanco explicó en su comparencia en el Congreso que el Ministerio de Fomento cuenta ya con ofertas de varias empresas que deberán todavía que recibir la certificación para poder operar.

Aspirantes

Entre las aspirantes figuran Saerco, ACS, Clece, Geswner, Indra y Ferrovial. Por otro lado, el ministro apuntó que desde el pasado mes de julio han empezado a formarse en España un total de 3.200 futuros controladores, entre ellos muchos pilotos, que podrán incorporarse a las mercantiles que asuman el control aéreo. El concurso público será similar al de otras prestaciones de servicios. "Aena marcará los pliegos de condiciones sobre servicio y seguridad y se adjudicará el control a la mejor oferta, como sucede con otras contratas de la terminal", apuntó ayer un portavoz autorizado de Aena.

España es el segundo estado europeo, después de Francia, en número de controladores y el cuarto en tráfico tras Alemania, Reino Unido y Francia. El Ejército del Aire cuenta con un plantilla de 250 controladores militares, pero los sistemas de control son diferentes.

Los controladores aéreos de El Altet están especializados en el denominado control de aproximación. Los aviones vienen supervisados en vuelo por los centros de Barcelona y Valencia que los dejan en manos de los profesionales de la torre alicantina a unos 8 kilómetros de la pista de aterrizaje. Cuatro o cinco minutos en los que los técnicos de El Altet, ya con el avión en las pantallas o en control visual, van ordenado aterrizajes y despegues. A partir de que el avión toma tierra, las labores pasan al departamento de operaciones y de los señaleros que se encargan de dirigir al piloto hasta su puesto de estacionamiento en la plataforma.

En cuanto a la militarización que sufre la torre de El Altet desde que el sábado 4 del presente se incorporarán oficiales de las bases de San Javier y Alcantarilla, fuentes de Aena apuntaron que su trabajo se limita a supervisar los cambios de turno. A partir de ahí, el colectivo de profesionales realiza su trabajo como si no ocurriera nada, pero sabiendo que en caso de indisciplina serán sometidos al régimen militar que prevé, incluso, cárcel e incautación de bienes. La cohabitación entre militares y controladores civiles en la torre de El Altet se está produciendo sin ningún tipo de problema.