El plan de ajuste económico puesto en marcha por el Gobierno para reducir el déficit público ha dejado al Ministerio de Medio Ambiente sin presupuesto para ejecutar dos proyectos emblemáticos en la costa del municipio de Alicante. La segunda fase de la peatonalización de la avenida de Niza en la Playa de San Juan, y la ampliación del Postiguet en Alicante. Actuaciones que se plantearon en 2007 por un importe de 20 millones de euros, que nunca han arrancado y ahora han terminado por desaparecer de las inversiones para 2011.

La prolongación de la avenida de Niza preveía dar continuidad al paseo marítimo a lo largo de 900 metros hacia el Cabo de las Huertas, lo que debía servir para adecentar una zona donde muchas urbanizaciones de primera línea se encuentran prácticamente a pie de arena y, además, para aumentar el uso ciudadano del paseo. Ambos proyectos debían haber culminado en 2012, pero ya no tienen fondos.

La peatonalización de la avenida de Niza, polémica en un principio, ha sido una de las obras mejor acogidas por los usuarios de la Playa de San Juan. Más por haber sido un elemento potenciador de la socialización de la zona, que por la calidad de los materiales empleados. No obstante, hoy nadie discute una obra que ha permitido recuperar la avenida para el esparcimiento. La segunda fase, con su prolongación hacia el Cabo de las Huertas, también pretendía hacer más accesible la propia playa, pero se ha quedado aparcada.

Actualmente, la "nueva" avenida de Niza comienza en el primer puesto de salvamento de la Cruz Roja y finaliza a la altura del restaurante McDonald's. Sobre el paseo, del cual desapareció el restaurante Chiringuito, se han instalado nuevos negocios hosteleros con sus correspondientes terrazas, dando vida a la zona, sobre todo en verano y los fines de semana con buen tiempo.

El proyecto formó parte de un conjunto de actuaciones del Ministerio de Medio Ambiente para esta legislatura dotados con 36 millones de euros. Se repartían, principalmente, en la ampliación de la playa alicantina del Postiguet, la mejora de la Albufereta con el acondicionamiento de la playa y la compra de la finca del edificio Alfin, y la obra para peatonalizar los 900 metros que quedan de la avenida de Niza, en la primera línea de la Playa de San Juan. A día de hoy y a menos de dos años para que acabe la legislatura, tanto la ampliación del Postiguet como la segunda fase de la peatonalización de la avenida de Niza están paradas.

Por lo que respecta a la ampliación en 800 metros de la playa del Postiguet, ésta se basaba en la construcción de tres diques -uno al final del paseo marítimo junto a los hoteles Meliá y Portamaris y los otros dos en el Tiro de Pichón- que frenarían el oleaje y permitirían el almacenamiento de arenas en una línea que se prolongará hacia el norte pasando por el Cocó hasta el Club de Regatas. Se llegó, incluso, a encargar el estudio a una empresa por cerca de 165.000 euros y llegó a haber consignados 300.000 euros para iniciar la ampliación desde la zona del Cocó, la misma que tuvo chiringuitos hasta mediados de los años 90. La playa del Postiguet perteneció a Puertos del Estado desde la II República, pero en julio de 2006 pasó al Ministerio de Medio Ambiente al ser excluida del plan de espacios portuarios.

Problemas con la superficie para los nuevos chiringuitos

La poca atención que las diferentes administraciones han prestado a la primera línea de la Playa de San Juan ha permitido estirar la presencia en el paseo de los siete restaurantes que siguen todavía en pie, pese a que su concesión caducó en 2000. El 30 de septiembre Costas anunció una nueva licencia hasta 2015, prorrogable hasta 2025, para cinco de los siete establecimientos. Finalmente, dos de los clásicos, "Ponderosa" y "Benacantil", han decidido retirarse a nuevos locales fuera del paseo, con lo que, en principio, seguirán en la playa los "Aitana", "Niza", "Monreal" "Mediterráneo" y "Playa", además de "Casa Julio" y "Casa Domingo", que tienen una concesión diferente. Curiosamente, los dos que se retiran eran los que abrían todo el año. Falta por concretar la fecha de la demolición de los viejos inmuebles para construir unos nuevos que se encuentran con un problema añadido. La limitación de la superficie hace casi inviable que den servicio de cocina, algo que habría terminado de convencer a los dos locales que abrían todo el año y que han renunciado.