Simón Jesús R.N. volvió ayer a mantener en el juicio que él no mató en marzo de 2008 a su pareja en Xixona, a la que no podía acercarse por orden judicial, y ante el tribunal de la Audiencia de Alicante sostuvo que ese día "bebí de todo" y se la encontró acuchillada cuando entró en la casa y no la tocó para comprobar si estaba viva.

Esta versión difiere drásticamente de la que mantienen el fiscal y las diferentes acusaciones particulares que ejercen la familia de Lidia Moreno, el Ayuntamiento de Xixona, la Generalitat, la delegación del Gobierno contra la Violencia de Género y la Abogacía del Estado. Para estas acusaciones no hay duda de que el acusado asestó las ocho puñaladas que acabaron con la vida de Lidia, de 42 años, y parte de la acusación se basa en el testimonio de la ex nuera del procesado.

Esta mujer declaró ayer por videoconferencia y ratificó que a las 7,40 horas del 22 de marzo de 2008 su suegro se presentó en su domicilio "borracho como muchos días y aunque pensaba que había mantenido otra discusión con Lidia y le habían echado de casa luego se quedó atónita cuando supo que había confesado a su hijo que había matado a la mujer de dos puñaladas en un costado porque le "estaba vacilando". Ella no escuchó la confesión entre lágrimas del procesado a su hijo, pero éste se la contó y él mismo bajó a la calle para avisar a la Policía. La ex nuera aseguró que el procesado les pidió ayuda para buscar un solución con el cadáver y barajó la posibilidad de llevarlo al campo.

El hijo del procesado se acogió ayer a su derecho a no declarar contra su padre, quien negó que hubieran reanudado la convivencia pese a la orden de alejamiento y admitió que estuvo la noche del crimen con Lidia pero cuando salieron de un pub ella se fue a su casa y él fue a la suya, donde cogió ropa y fue a casa de su pareja a lavarla. Al entrar, según su versión, se la encontró tendida en el suelo de la cocina en medio de un charco de sangre y "me asusté". A su hijo le contó que la tapó con un papel pero ayer lo negó. Dos guardias civiles declararon ayer que el papel tenía varios cortes y dedujeron que le puso el papel encima para apuñalarla con tres cuchillos que requisaron en la casa. El juicio seguirá hoy con la declaración de los forenses y los informes. El acusado, que se enfrenta a 15 años de cárcel, aseguró ayer que tenía problemas con el alcohol y hoy los peritos abordarán esta situación.

El hijo de la víctima le amenaza de muerte

El único momento de tensión en el juicio se vivió cuando terminó la declaración del hijo de Lidia y se enfrentó al acusado cuando abandonaba la sala. Tanto el hijo como el procesado fueron contenidos por la Policía y varias personas al tiempo que el joven le amenazaba de muerte y el presunto homicida le llamaba "embustero". Antes, el hijo dijo al tribunal que su madre y Simón reanudaron la convivencia cuando él salió de prisión y que ella le confesó que se sentía amenazada pero tenía miedo. "Vivió amenazada hasta el último día de su vida", aseguró. P. C.