Padres y profesores se muestran partidarios de lograr que la reforma abierta por la Conselleria de Educación sobre el calendario escolar llegue hasta el punto de que cada centro escolar, es decir cada colegio e instituto, pueda elegir su propio horario desde los consejos escolares.

Desde que el Consell diera a conocer su intención de trasladar los exámenes de recuperación de septiembre al mes de junio, para acabar el curso antes del verano y adelantar el inicio de las clases en los institutos, los distintos sectores educativos han tratado de posicionarse e ir más allá para cambiar incluso la distribución de días festivos y lectivos, como defienden los directores de colegios e institutos, basándose en el aprovechamiento más pedagógico de los tiempos escolares acortando las vacaciones y repartiéndolas durante el curso con más descansos pero más cortos.

Los padres representados en la federación pública mayoritaria, Gabriel Miró, incluso comparten con el sindicato también mayoritario, STEPV, que cada centro pueda elegir su propio horario a través de los consejos escolares, como precisan sus respectivos portavoces, Ramón López y Vicent Maurí. Ambos sectores coinciden además en reclamar un pacto por la educación pública a la Conselleria de Educación, enmarcada en la nueva Ley por la Educación Valeciana que sigue sin ver la luz y qe sería la que financiaría los propósitos de mejora de la calidad de la enseñanza para reducir el fracaso escolar como uno de los pincipales retos. Maurí insta incluso a que se fijen fechas concretas para abrir el debate y la negociación "en la que todos deberemos perder algunas de nuestras reinvidicaciones para llegar a buen puerto", como reconoce Ramón López.

Profesorado y padres de alumnos admiten que para iniciar este camino debe favorecerse una mayor autonomía para los centros, "pero no sólo en su funcionamiento, como proclaman los directores, sino también a nivel pedagógico, para que los consejos escolares municipales, a través de los ayuntamientos, tengan voz y haya una paridad real entre la representación de las familias y de los educadores", concluye López.