Tratar lesiones en el hombro a través de una cirugía mínimamente invasiva. Este es el objetivo del taller de artroscopia, pionero en la provincia de Alicante, que el pasado fin de semana se impartió en el Hospital de Sant Joan. Veinte cirujanos de toda la provincia tuvieron la oportunidad de conocer y poner en práctica las últimas técnicas en artroscopia aplicadas al hombro. La artroscopia permite, "a través de una incisión en la piel introducir un instrumento óptico para tratar y diagnosticar las patologías de las articulaciones", explica Luis Sánchez, traumatólogo del centro sanitario y organizador del curso.

La originalidad de este taller es que los alumnos tuvieron la oportunidad de practicar sobre "fantomas", recreaciones del hombro con las que se "simulan a la perfección la piel, los músculos y el hueso". Estos "maniquíes", traídos expresamente desde Alemania para el curso, suponen una ventaja frente a la práctica con cadáveres. "Los beneficios se miden sobre todo en tiempo, ya que un cuerpo sólo se puede utilizar durante un par de horas, mientras que los "fantomas" permiten trabajar con ellos durante mucho más tiempo".

Mientras los alumnos practicaban con el instrumental haciendo las incisiones en las recreaciones de los hombros, cada uno de sus movimientos se podía ir siguiendo a través de pantallas.

Luis Sánchez destaca el avance que la artroscopia ha supuesto para los pacientes. "Estas técnicas permiten acceder a las articulaciones de una manera poco invasiva". Así, añade, "se pueden abordar lesiones en fases tempranas, con lo que se acorta la espera y las molestias para el paciente". Actualmente, la artroscopia se utiliza sobre todo para la rodilla, ya que el hombro "es mucho más complejo". Las patologías que se tratan con estas técnicas se localizan principalmente en los tendones y ligamentos de la articulación, "como puede ser la rotura del manguito rotador".