La Guardia Civil no sólo se despliega por tierra y por aire. Desde hace poco más de un año, este cuerpo de seguridad cuenta en Alicante con un grupo de agentes especializados encargados de la búsqueda, localización y recuperación de alijos de droga, objetos y, en los casos más sangrantes -y más duros para ellos- de cadáveres. Examinan las zonas de atraque del puerto de Alicante ante la llegada de buques de guerra o barcos susceptibles de atentado (comprueban que no haya explosivos) y participan en las labores de seguridad de eventos deportivos acuáticos, entre otras muchas labores. Trabajan en un medio hostil que no es el suyo, como es el agua. Son el GEAS, una decena de hombres que componen el Grupo de Especialistas en Actividades Subacuáticas.

Este grupo se creó en diciembre de 2008 en Alicante, aunque no estuvo totalmente operativo hasta el verano de 2009. Anteriormente, los buzos de la Guardia Civil de Valencia eran los encargados de ejercer las labores de rastreo y rescate bajo el agua, pero la actividad que requería la provincia llevó al Instituto Armado a poner en marcha a su propio grupo especializado.

Durante el tiempo que ejerció en 2009, el GEAS participó en la recuperación de más de una decena de alijos de droga, sobre todo en zonas de El Campello y de Pilar de Horadada, dos de los puntos más utilizados por los narcotraficantes para intentar colar la droga en la provincia. También participaron en el rescate de varios cadáveres, entre ellos el de un hombre que cayó a un pozo, en la Vila Joiosa. Es la parte "más desagradable", explica el sargento Fernando Flores, responsable del grupo. "El rescate de cadáveres es lo más difícil, sobre todo cuando se trata de niños", añade. Además de otras labores, el GEAS intervino el pasado año en la recuperación de una treintena de armas y vehículos tirados al agua, como el caso de un turismo que tuvieron que extraer de una zona de acantalizados de Benidorm o la impactante intervención que realizaron en las lagunas de Rabasa, de donde extrajeron una treintena de armas y cerca de 20 coches; o los 2.000 cartuchos hallados en la playa de Urbanova, pertenecientes a varios tipo de munición. En total, medio centenar de operaciones de la Guardia Civil tuvieron detrás, o mejor dicho, debajo del agua, a los GEAS. En lo que va de 2010, este grupo ya acumula a sus espaldas -además de cientos de botellas de oxígeno para poder desarrollar su trabajo a más de 30 metros de profundidad- en torno a 65 actuaciones.

Eventos deportivos

Entre las labores de este grupo de especialistas se encuentra también la vigilancia y participación en eventos deportivos. La Vuelta al Mundo de Vela -Volvo Ocean Race, que partió desde Alicante-, la Med Cup o travesías a nado de referencia en la provincia, cuentan con la participación de estos buzos.

Respecto a los medios con los que cuentan, Flores no pone quejas, de momento. "Somos un número acorde con el resto de otros grupos de España; tenemos embarcaciones propias y una base en el puerto de Alicante". Es en el puerto donde, precisamente, llevan a cabo buena parte de sus entrenamientos. "Este trabajo requiere de varias sesiones de entrenamiento al mes, bien en el puerto, en lagunas o en mar abierto", explica Flores. Respecto al nivel de peligrosidad, insiste en la influencia de las condiciones meteorológicas. "A veces salimos con vientos fuertes o buceamos en zonas de aguas con nula visibilidad", apostilla.

Armas y coches en las profundidades de Rabasa

Una de las primeras actuaciones a las que se enfrentó este grupo fue la recuperación de armas y vehículos sustraídos del fondo de las lagunas de Rabasa, donde el fango hace de perfecto aliado para que los delincuentes se deshagan de pruebas. Los efectivos hallaron una treintena de armas y piezas de 19 coches, de los cuales se comprobó que al menos 13 fueron robados. Los pantanos y lagunas son los lugares más peligrosos para los buzos debido a la falta de visibilidad y a la cantidad de ramas y arbustos con los que es fácil enredarse. Menos "enredado" es la revisión de material y licencias de los clubs de buceo de la provincia, un trabajo que también les compete. s.ll.