Madres cada vez más mayores, pero también médicos que quieren evitar cualquier riesgo. El número de cesáreas no deja de aumentar en los hospitales de la provincia.

Según los últimos datos facilitados por la Conselleria de Sanidad, en los centros sanitarios públicos el 25% de los partos son por cesárea, cifra que se dispara hasta casi el 44% en el caso de los hospitales privados. Para el ginecólogo Germán Merino "son varios los factores" que se esconden tras esta realidad. "Por un lado las mujeres cada vez tardan más en tener hijos", lo que conlleva más problemas a la hora del parto y además, "una cesárea casi siempre supone que el siguiente embarazo terminará nuevamente en cesárea". De hecho, sólo un 27,9% de las que se sometieron a una cesárea en el primer embarazo tuvieron en el segundo un parto vaginal.

Pero Merino también advierte del temor de muchos ginecólogos a enfrentarse a partos instrumentados. "Los fórceps o las ventosas son instrumentos que tienen muy mala prensa porque ya ha habido algunos casos de denuncias. Por eso, los médicos no se la quieren jugar y optan directamente por la cesárea ante la más mínima complicación. Es una medicina defensiva en toda regla". Por ejemplo, "los partos de nalgas, ya no se intentan resolver por la vía vaginal y prácticamente en todos los casos se practican cesáreas". Una situación que está desembocando en "en que haya ginecólogos que, de partida, proponen a todas sus pacientes que se hagan directamente esta intervención". También hay que tener en cuenta "que esta opción siempre es más cómoda para el médico, que acude al parto de forma programada y que en una hora lo tiene todo solucionado". Aunque los partos instrumentalizados -por ejemplo en los que se usa fórceps- aumentan en números absolutos ya que hay más parturientas, la tendencia a realizar este tipo de intervenciones, según Merino, es decreciente.

A juicio de Merino, las cifras de cesáreas que se practican en la provincia y en el conjunto de la Comunidad "son una barbaridad". Tanto que, de seguir esta tendencia, "dentro de cien años se contará como anécdota que las mujeres parían por vía vaginal". No en vano nuestra autonomía supera las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud, que establece que el porcentaje de cesáreas aconsejadas sea de entre un 15 y un 20%. Si nos ceñimos a estos criterios, en la provincia de Alicante, sólo el hospital de Orihuela y el de Elche se ajustan a éstos, con un 19,2% y un 20% de cesáreas. El resto de hospitales públicos los supera, situándose el de Alcoy a la cabeza, con un 32, 4% de estas intervenciones. En cuanto a las clínicas privadas, las nueve de la provincia superan las recomendaciones que marca la OMS. Según los datos de la Conselleria de Sanidad, San Jorge de Alcoy, con un 72,4%, está a la cabeza en el número de cesáreas, seguida de Levante en Benidorm y Medimar Internacional en Alicante, ambas con un 60,3%.

Para Germán Merino "la cesárea es una intervención mayor que puede tener complicaciones muy importantes, tanto para la madre como para el niño. Por contra, el parto vaginal "es mucho mejor para el feto y para la mujer, ya que es más fisiológico".

Episiotomía

Por otro lado, 70% de los partos que se producen en la Comunidad Valenciana son espontáneos y un 31% inducidos. La práctica de la episiotomía -una incisión quirúrgica en la zona del perineo de la madre- sigue una tendencia marcadamente decreciente en los últimos años. Actualmente, se practica en un 61% de los partos en los hospitales públicos (en 1999 eran el 87%) y en un 71,7% en el caso de las clínicas privadas (hace diez años esta cifra era del 83,8%).

Más epidurales y controles médicos

Aunque lentamente, la epidural llega cada vez a mayor número de parturientas, aunque la sanidad pública se queda más rezagada en este terreno. En este sentido, según los datos aportados por la Conselleria de Sanidad, esta anestesia se utiliza en el 54% de los partos de los hospitales públicos frente a un 89,5% de los privados. Con todo, el uso de la epidural en los hospitales de la Conselleria se ha triplicado desde el año 2000, cuando sólo se utilizaba en el 18% de los partos. El informe de Sanidad también recoge que seis de cada diez parturientas asisten a sesiones de educación prenatal y que casi nueve de cada diez lleva un control adecuado de la gestación por parte de la matrona, lo que supone más de seis visitas. Prácticamente el cien por cien de las madres también ha seguido un control adecuado de la gestación por el obstetra.