Todo un récord de solidaridad es la que se vivió ayer en el Palacio Provincial. La X Maratón de Donación de Sangre de Alicante cerró ayer la mañana con un total de 270 donaciones, de los 292 posibles donantes, lo que hacía prever que se batiría el número de participantes del año pasado, que llegó a los 400. Uno de los asistentes a esta jornada fue el presidente de la Diputación, José Joaquín Ripoll. Por la tarde, a una hora del cierre, y todavía con colas en la puerta, la cifra de asistentes alcanzó los 500.

A pesar de estos buenos resultados, la demanda de sangre no cesa. De hecho, desde el Centro de Transfusión de Sangre de Alicante continúan reclamando la participación ciudadana, sobre todo de cara a las próximas fiestas porque, como indicó el subdirector de la entidad, Luis Hernández, "los pacientes aunque sean Navidades no se van de vacaciones, siguen necesitando sangre". Para Hernández "la campaña no termina hoy (por ayer), nosotros estamos los 365 días al año". Y aclaró que "siempre que viene un periodo largo de vacaciones hay un descenso en la donación, ya que si solo el 4% de la población es donante, el que estos pocos se desplacen ya se nota". "Alicante es un sitio muy difícil porque hay gente de muchas procedencias y es una ciudad que crece", aseguró el subdirector del Centro de Transfusión alicantino. La urbe, prosiguió, "tiene una demanda de sangre altísima pero nos estamos manteniendo". Según datos del organismo el crecimiento de donaciones en 2009 fue algo mayor del 12%.

En cuanto a los grupos sanguíneos requeridos, Hernández destacó que todo el mundo es "bienvenido" a la hora de donar sangre. No obstante, puntualizó que aunque los positivos son los más comunes-el 85% de la población corresponde a este ratio- "los de RH negativo son los más escasos".