Los vecinos de los barrios afectados por el soterramiento de las vías del tren exigen al Ayuntamiento que los edificios que se construyan en la zona que quede liberada de vías no superen en altura a los que ya existen.

"No queremos que se construyan barreras entre las nuevas zonas y las ya consolidadas", explica José María Hernández, miembro de la Plataforma Ciudadana Renfe que agrupa a estos vecinos. En este sentido, añade Hernández, "exigimos que las alturas de los edificios, ni siquiera excepcionalmente, sean superiores a las diez alturas en todo nuestro entorno cercano". Esta exigencia de los vecinos choca con las previsiones de Ayuntamiento, ya que según el nuevo Plan General de Ordenación Urbana, pendiente de su aprobación por parte de la Generalitat Valenciana, en esta zona se contempla la posibilidad de construir dos "edificios referenciales de no más de 50 plantas".

Respecto a la posibilidad de que se retire el puente rojo, una de las medidas que se han barajado para el soterramiento, los vecinos "aceptan" su eliminación. "Sólo queremos que el espacio que se libere no sea utilizado para la construcción de torres ni bloques de viviendas ni oficinas que superen el entorno más cercano". En cuanto a las zonas verdes previstas en el proyecto "pedimos que se integren directamente en la trama urbana de nuestras calles, sin carreteras que supongan una barrera para que accedamos a ellas".

Los residentes han hecho llegar un escrito con sus reivindicaciones a la Gerencia de Urbanismo y a la sociedad Avant, encargada de las obras del soterramiento. En el mismo denuncian "la actitud oscurantista de los responsables del gobierno municipal, que nos niega información y la posibilidad de participar en reuniones consultivas sobre la planificación de la zona". Desde que Castedo dejó Urbanismo, añade José María Hernández "se han paralizado todas las promesas de nuestra participación en el proyecto".

Hace un año que desde la plataforma "estamos tratando de mantener una reunión con el nuevo responsable de Urbanismo y hasta el momento no hemos obtenido respuesta". Hernández recuerda que el plazo para que la alta velocidad llegue a Alicante está muy próximo, en 2012, "por lo que es urgente que el proyecto se nos aclare al máximo". Una de las piezas clave de este planeamiento es la estación intermodal. "Nosotros exigimos que ésta no supere el volumen ya aprobado en el Plan General".

En este sentido, la Plataforma Ciudadana Renfe rechaza "el especulativo volumen de la obra solicitado por Adif para uso hotelero", una instalación "que crearía una antiestética barrera entre la avenida Salamanca" y la zona que quede libre de las vías.

Los vecinos recuerdan que llevan "al menos 50 años" sufriendo los inconvenientes "de tener nuestras casas cerca de las vías del tren", por lo que reclaman ser protagonistas en el futuro desarrollo urbano de la zona.