Si el viernes fue el secretario general del PSPV, Jorge Alarte, quien recrudeció sus críticas contra el Consell, ayer le tocó el turno a la candidata socialista a la Alcaldía de Alicante, Elena Martín. La número tres de los socialistas valencianos lanzó varios dardos envenenados contra la alcaldesa, Sonia Castedo, y volvió a dejar patente que inicia la campaña electoral combativa. Muy combativa. "No me extrañaría que los ciudadanos terminen llamando a la alcaldesa Sonia Castigo", sentenció.

Martín fundamentó esa afirmación con varios argumentos. El primero, los supuestos escándalos de corrupción en los que se ha visto envuelto el PP local. "Mientras otros se preocupan de lo que van a decir delante de un juez, nosotros nos preocupamos de los problemas que han generado en la calle los 15 años de gobierno del PP", apuntó.

En segundo lugar, la alcaldable socialista se refirió a las actuaciones que los populares han sido incapaces de sacar adelante desde que gobiernan: "Nosotros no queremos un modelo de ciudad de primeras piedras, sino de últimas. El PP lleva 15 años engañándonos con proyectos que no terminan, como los parques industriales y tecnológicos, el Plan Especial de la Isla de Tabarca o el MACA. Pero la herida más sangrante es el Palacio de Congresos, que de nuevo el PP ha vuelto a marginar en sus cuentas y para el que no ha presupuestado nada".

Todo ello sirvió de base a Martín para denunciar que "la heredera de Alperi es un auténtico castigo para la ciudad". La dirigente fue más allá y lamentó que el Ayuntamiento "se ha convertido en un coladero para la corrupción". Esa situación le "avergüenza", según dijo, porque además Castedo está gestionando la ciudad con "incompetencia".

Este diario se puso ayer en contacto con la alcaldesa por si quería rebatir las palabras de Martín, pero la primera edil prefirió no hacer declaraciones.