Una de las víctimas mortales de los incidentes registrados el pasado lunes durante el desmantelamiento de un campamento de protesta saharaui en El Aaiún es Baby Hamday Buyema, un ciudadano español nacido hace 35 años que estaba empadronado en Alicante desde 2002 y cuyo hermano Lehmad -que vive en la provincia- denunció ayer a este diario que fue asesinado por la Policía marroquí tras bajarle de un autobús en el que se dirigía a su trabajo en una mina de fosfatos.

Lehmad, que llegó a Alicante en 1999 y ahora reside en Mutxamel, conoció la trágica noticia pocas horas después de la muerte de su hermano. "Eran las once de la mañana -relató Lehmad- cuando el autobús que llevaba a la mina a mi hermano y a sus compañeros fue parado en una calle de El Aaiún por policías del cuerpo especial GUS (unidad creada expresamente para el Sahara Occidental). Al ser el único saharaui que viajaba en el convoy le bajaron y le atropellaron dos veces, la última para rematarle". Este brutal atropello fue presenciado por un grupo de saharauis que trataron de socorrerle sin éxito, ya que, además, la ambulancia tardó cinco horas en llegar.

La tragedia de la familia de Lehmad no acaba con el asesinato de Baby porque otro hermano que vive en El Aaiún fue detenido el pasado domingo y no han vuelto a tener noticias de él. De momento, Lehmad no deja de estar en contacto desde Alicante con su familia en El Aaiún y con la viuda de su hermano asesinado, que tenía un hijo de 4 años, Saad, y una hija de 18 meses, Aya.

Su intención es viajar a El Aaiún para arreglar el funeral de su hermano, aunque pretende buscar el apoyo del Ministerio de Asuntos Exteriores para asegurarse una protección ante posibles represalias.

Lehmad reconoce que tiene "miedo", igual que su familia, pero subraya que tanto los suyos como la población saharaui de El Aaiún aguantarán "les cueste lo que les cueste, incluso la vida".

Baby Hamday Buyema cursó estudios de técnico de electricidad en el Sahara y en la Universidad de Rabat, por lo que su cualificación era muy alta. De hecho, cuando realizó la prueba de acceso para el trabajo que desempeñaba en la mina de fosfatos -uno de los empleos mejor pagados en la zona- fue el único saharaui en superarla, según recordaba anoche su hermano.

Baby pasó varias temporadas en Alicante junto a su hermano mayor en una vivienda del barrio Virgen del Remedio. En unas ocasiones fue por vacaciones y en otras para realizar algunos trabajos temporales, como vigilante de seguridad.

Ahora Lehmad se encuentra en el paro y vive con otros compatriotas saharauis en una casa de Mutxamel, donde todos estaban reunidos anoche y siguiendo con atención en el televisor las últimas noticias sobre el conflicto.

Los compañeros de Lehmad lamentaban anoche que el Gobierno español aún no haya denunciado "el genocidio" que se está desarrollando contra el pueblo saharaui. "Parece mentira que estemos en el siglo XXI", concluyeron.

España pide explicaciones a Marruecos

La Embajada de España en Rabat ha pedido al Ministerio de Asuntos Exteriores de Marruecos información sobre el fallcimiento. Por su parte, Lehmad aseguró a Efe que espera explicaciones del Ministerio español de Asuntos Exteriores y reclamó al Gobierno de Marruecos una investigación sobre la muerte de su hermano. Lehmad indicó, además, que su hermano obtuvo el documento nacional de identidad español el pasado agosto en la comisaría de Molina de Segura, en Murcia, donde ayer obtuvo un documento que acredita que recibió el DNI.