Alex es una chica xxy. Sufre una alteración de cromosomas. Su aspecto físico corresponde al de una chica, así como su voz, pero tiene pene y toma corticoides para que no le salga barba. Los estudiantes de Secundaria y del curso de iniciación profesional del Instituto 8 de Marzo ven las escenas de la película con la boca abierta. No tienen nada claro lo que sucede con Alex, cómo se las apaña en su relación con un vecino al que acaba de conocer en unas vacaciones y con el que se lía en una cabaña cerca de la playa. "¿El chico le ha visto que tiene pene?". Es lo que más preocupa a los estudiantes, que asisten atónitos a una relación que nunca imaginaron.

La monitora quiere hacerles ver que el sexo no lo marca nuestro físico, sino nuestros sentimientos, por eso les pone una película tan extrema. Mara es colombiana, tras las cuatro sesiones del taller de sexo en su instituto ha aprendido a "no discriminar a los homosexuales, antes les veía como raros, distintos, y no me parecían bien, pero ya no", asegura.

A María le parece increíble que pueda coger un cáncer de cuello de útero por la falta de protección en sus relaciones y porque es una infección que no presenta síntomas. "Si te viene, te viene, es una lotería", se rebela María. La monitora insiste: "Si no te proteges tienes más papeletas para que te toque".

Sólo se convence cuando Antonio, a su lado, le sugiere que es como si se lanzara a cruzar a pie una autopista: "Son papeletas para morir atropellada", y todo el grupo se desternilla.

Desmontando mitos

Idéntica risa les da la pregunta de Mario. "¿Es verdad que cuando el chico se corre, si la chica orina en ese momento no se queda embarazada? La monitora coge su "manual", un modelo de plástico ampliado con el aparato reproductor femenino en relieve: "Este orificio es el de la orina, esta la vagina, este el ano...". Aitor responde ágil a la pregunta de Mario: "Pues va a ser que no tiene nada que ver...".

Los mitos que tratan de desmontar los profesionales con las clases de sexualidad son los de toda la vida. María cree que es malo bañarse teniendo la regla y que la primera vez no te quedas embarazada, ni cuando tienes la regla tampoco. La homosexualidad como desviación y los granos por masturbarse también anidan en el imaginario de muchos de estos adolescentes. Cristina les hace ver que la necesidad de afecto y placer nos hace ser como somos y que, independientemente del sexo que tengamos, nuestra orientación puede ir por otro lado porque "me gusta quien yo elijo, eso debe quedar muy claro". Los chicos asienten y se miran unos a otros. El caso de Alex, en la película, les ha sobrecogido y han debatido sobre la adopción entre homosexuales y los embarazos de alquiler. A alguno se le escapa el término "maricón" y a un gesto de la monitora se corrige de inmediato: "homosexual, perdón".