Los partes médicos para los escolares cuando falten a clase han pasado a la historia. La Conselleria de Sanidad ha remitido un escrito a los colegios, a través de sus respectivos centros de salud, para hacerles saber que los profesionales sanitarios están desbordados por lo que no harán justificantes de asistencia por la falta de los menores al colegio o al instituto.

Con esta medida, el Consell deja en manos de los padres toda la responsabilidad por la ausencia de los alumnos a clase, ya que la misma circular de Sanidad contempla que "una nota de los padres debe ser suficiente para justificar una ausencia al colegio o al instituto por motivos sanitarios".

La medida parte de la intención de "mejorar la atención sanitaria desburocratizando las consultas", pero desde las direcciones de los centros escolares no acaban de contemplarla con buenos ojos porque, en última instancia, "somos los directores de los centros los que debemos llevar un control de asistencia y. en su caso, denunciar faltas reiteradas de un alumno", como subraya el portavoz del colectivo en el Consejo Escolar.

Control imposible

La mayor dificultad con la que se encuentran los responsables de los centros a la hora de supervisar las faltas de asistencia radica ahora en que al bastar la firma de los padres en un papel, a los directores sólo les queda la presentación de una denuncia si advierten alguna irregularidad, lo que no contribuye al buen clima que todos tratan de mantener en las aulas con la colaboración paterna.

Los directores consultados por este diario coinciden en señalar que cuando se avecina algún puente festivo que no lo es en el sector educativo, se multiplican las faltas de los alumnos porque los padres disponen de la vacación y se quieren llevar a sus hijos fuera.

Apuntan en los centros que siempre es responsabilidad de los padres que sus hijos falten, pero añaden que al profesorado le obliga a "limitarse a repasar cuando hay un puente porque al menos faltan siete alumnos por clase".