El primer redactor del Plan General de Alicante, Lluis Cantallops -despedido en 2006 por las discrepancias con Díaz Alperi- aseguró ayer a preguntas de este diario que las noticias sobre los presuntos tratos de favor en torno al nuevo planeamiento de la ciudad eran previsibles: "No me sorprenden, sabía que algún día llegaría todo esto", aseguró el arquitecto qu agregó que el Ayuntamiento siempre ha pretendido un crecimiento "desproporcionado y sacarle el máximo rendimiento a las operaciones urbanísticas". No obstante, incidió en que "no tengo pruebas" de que se haya favorecido a promotores "ni un conocimiento con detalle de lo sucedido", pero sí una visión "de cómo se sucedían los hechos cuando yo redactaba el plan".

Al respecto, el arquitecto recordó que "yo entregué mi Plan General en diciembre de 2004, pero terminé yéndome porque lo que pretendía el Ayuntamiento iba más allá de cualquier previsión razonable de crecimiento de la ciudad". Cantallops explicó que el equipo de gobierno local quería "una gran edificabilidad e iniciativas desmedidas, como la de Rabasa". Al Ayuntamiento "no le gustó lo que proponía mi equipo y no comulgaba con el Plan General que entregué terminado porque era más contenido de lo que se esperaba". Según el arquitecto, de ahí surgieron las desavenencias entre su equipo y el ex alcalde Díaz Alperi, lo que terminó con la marcha de Cantallops y el relevo en la redacción del plan por parte de los alcoyanos Jornet y Picó y, posteriormente, del arquitecto Jesús Quesada. Tras once años de trámites el PGOU está aún en la Generalitat para su aprobación definitiva.

"No conozco a Quesada ni el Plan General que ha hecho, sólo conozco el que yo hice", destaca Cantallops, quien incidió en que no puede "opinar del nuevo documento porque lo desconozco".

Cantallops aseguró que mientras estaba al frente de la redacción (entre 2000 y 2006) "nadie me pidió que favoreciera a ningún constructor y, si lo hubieran hecho, no lo hubiera aceptado; saben a quién se le puede pedir y a quién no".

No obstante, el arquitecto insistió en que "no quiero hurgar en el pasado" y sostuvo que "únicamente me fui porque el desarrollo urbanístico que me pedían era desproporcionado".

El delegado municipal de Urbanismo defiende el PGOU que redactó junto a su tío

Colaboró con su tío, Jesús Quesada, en la redacción del Plan General y en marzo la alcaldesa le nombró delegado de Urbanismo. Alfonso Mendoza considera que entre ambas funciones no debe existir ninguna incompatibilidad y defiende el trabajo realizado junto a su tío, investigado dentro de la trama Brugal por presunto suministro de información privilegiada a Enrique Ortiz. "Es un profesional y pongo la mano en el fuego por él", señala Mendoza, quien incide en que el nuevo Plan General en el que el mismo participó "es un documento válido". Al respecto, considera que el PGOU "se puede valorar desde el punto de vista profesional, porque a unos les puede parecer mejor o peor, pero no desde el punto de vista ético y legal". Tras formar parte del equipo redactor del Plan General, sucedió a Sonia Castedo al frente de Urbanismo y, dos meses después (en mayo), el Plan General fue aprobado por el pleno municipal. Ahora está pendiente de ser ratificado por la Generalitat y, ante las voces que piden que se suspenda cautelarmente su tramitación, Mendoza responde que "es un documento legítimo y no puede paralizarse".