Altozano suena a fiestas. De hecho, en el resto de Alicante al nombrar el barrio lo primero que viene a la cabeza son sus Moros y Cristianos y sus hogueras, tres nada menos: Altozano Sur las Plazas, que el año pasado plantó en tercera categoría, y Altozano y La Ceràmica, en especial. Las relaciones actualmente entre los Moros y Cristianos y las Hogueras son buenas, según aseguran los presidentes, e incluso hay directivos de comparsas que también están en alguna de las hogueras, pero no se puede decir lo mismo de su pasado.

Los Moros y Cristianos de Altozano salieron por vez primera a la calle en 1952 de la mano de vecinos como el tío Isidro, Manolo "el del horno", Juan "el vaquero", y tantos otros procedentes algunos de ellos de Mutxamel. En torno a la patrona del barrio, la Virgen de la Asunción, a partir de 1952 y con 15.000 pesetas de la época, nacieron las fiestas que fueron creciendo hasta que en 1959, y según cuenta el cronista Alonso Martínez, el Ayuntamiento, con una política expansionista de las Hogueras, "puso al barrio en una disyuntiva: Para que exista la Fiesta de Moros y Cristianos, debe existir igualmente la Hoguera en el barrio". Los festeros se negaron y los Moros y Cristianos no volvieron a desfilar por Altozano hasta 1971 cuando algunos vecinos de forma espontánea se echaron a la calle. Oficialmente, sin embargo, el barrio no recuperó sus fiestas hasta 1973 con la fundación de la Hoguera de Altozano que agrupaba ambos festejos. Al final, en 1979, los Moros y Cristianos se desligaron de las Hogueras.

En la actualidad "los vecinos no entenderían el barrio sin sus Moros y Cristianos el 12 de agosto" tal como ha señalado el presidente de la Asociación de Comparsas, Emilio Carretón. "Las fiestas tienen un gran arraigo y además son un foco de atracción para el resto de Alicante e incluso para los turistas que vienen a ver los actos".

En cuanto a las hogueras, Altozano plantó en 1934 pero no volvió a hacerlo hasta1973. Tras ella llegaron Altozano Sur las Plazas, en 1987, y La Ceràmica diez años después. En el barrio, según han señalado los directivos de las hogueras, hay una gran tradición festera que de momento les ha permitido mantener la categoría de sus monumentos pese a la crisis. Altozano Sur las Plazas incluso logró este año aumentar su número de cartillas frente al año anterior. No está mal en estos tiempos.