El futuro AVE entre Madrid y Valencia realizó ayer su primer viaje de pruebas con pasajeros entre el túnel de Hoya de Roda (Cuenca) y Valencia, trayecto de 98 kilómetros que ha completado en 36 minutos alcanzado una velocidad máxima de 201 kilómetros por hora. En este primer tren viajaron el presidente de la Generalitat, Francisco Camps, la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá y el Ministro de Fomento, José Blanco, quien anunció que el Gobierno invertirá 1.600 millones de euros durante 2011 en el Corredor Mediterráneo, proyecto que el Ejecutivo considera "vital". Camps y Barberá fueron muy expresivos en sus gestos y evidenciaron la alegría que vivían por el momento.

El viaje de ayer forma parte de las pruebas que se realizan hasta la puesta en marcha definitiva del trazado de Alta Velocidad entre Madrid y Valencia, que se producirá el próximo 15 de diciembre desde la capital y Albacete, y tres días después hasta Valencia.

El nuevo talgo S112, más conocido como el "pato" por su silueta, partió del embalse de Contreras, a 98 kilómetros de Valencia, a las 16.32 horas, y llegó a su destino en 36 minutos con picos de velocidad de hasta 201 km/hora.

Este primer convoy con pasajeros, formado por doce vagones en los que viajaban 365 viajeros, 294 en clase turista y 71 en clase Bussines, atravesó algunas de las infraestructuras más significativas y costosas, como es el viaducto de Contreras.

Tras este primer viaje, que concluyó en la estación provisional Joaquín Sorolla de Valencia, el ministro aseguró que se van a invertir 558 millones de euros en 2011 para conseguir que la Alta Velocidad llegue a Alicante en 2012.

La estación de Alta Velocidad de Valencia se denominará "Joaquín Sorolla", como "reconocimiento expreso al insigne artista valenciano". La estación, que permitirá la explotación de la línea Madrid-Valencia desde su inauguración, el 18 de diciembre, dispone de un diseño sostenible con 6 vías de ancho internacional y 3 de ancho ibérico y 3 andenes de 10 metros de ancho.

Mientras, sigue pendiente el diseño y el proyecto de la futura estación intermodal de Alicante, ahora mismo la gran asignatura pendiente del Gobierno central.