El auge de las plantaciones clandestinas de marihuana en la provincia ha triplicado las intervenciones de esta droga por parte de las Fuerzas de Seguridad, según los datos de la Fiscalía Antidroga. Si entre enero y junio de 2009 se intervinieron 24 kilos de esta droga, la cifra en el primer semestre del año ya llegaba a los 77 kilos. Aunque en la segunda mitad del año pasado la cifra se disparó a 880 kilos, tras la desmantelación de uno de estos invernaderos en Muro de Alcoy, todo apunta a que en 2010 se volverán a batir records. Desde el final del verano en sólo dos operaciones se han requisado más de un millar de estas plantas. Interior ha hallado verdaderas granjas dedicadas a la producción industrial de marihuana, y se podrían superar los 2.400 kilos.

Las últimas operaciones practicadas tanto por Cuerpo Nacional de Policía como por la Guardia Civil han puesto de manifiesto que ya no se trata de particulares que plantan la droga en una maceta de su casa para consumo propio. Con algunas de estas intervenciones se han desmantelado verdaderas plantaciones e invernaderos para la producción de marihuana a gran escala, gestionadas por bandas organizadas.

Uno de los incidentes más graves tuvo lugar el pasado mes de abril, cuando una de estas intervenciones acabó con un tiroteo en una gasolinera de San Vicente del Raspeig al intervenir la Policía en plena transacción de la droga. Uno de los sospechosos trató de huir en el coche embistiendo a uno de los agentes, con lo que los funcionarios acabaron disparando para darle el alto. Al registrar las viviendas se encontraron con más de 64 kilos de hachís y un invernadero dedicado al cultivo de marihuana dotado con todos los elementos para ventilar y mantener las plantas a la temperatura adecuada.

Fuentes de la Fiscalía y de las fuerzas de seguridad reconocieron que hay un verdadero auge de este tipo de drogas, ya que su producción requiere un coste muy bajo. "No es una sustancia que se tenga que traer desde otros países y se evitan los riesgos de ser sorprendidos por los controles policiales. La producen en sus propias casas", explicaron. A esto se añade otro factor como que las penas de prisión para el tráfico de marihuana son mucho más leves que el de otras sustancias, como el hachís. En el primer caso son hasta tres años y en el segundo hasta cinco.

Aunque se han hecho intervenciones de estas drogas en numerosas poblaciones de la provincia, incluida la propia ciudad de Alicante, es en los municipios del interior donde más abundan este tipo de plantaciones. Fuentes de la Guardia Civil explicaron que es habitual que algunos de estos cultivos ilegales se encuentren camuflados entre frutas y hortalizas. El pasado 23 de septiembre, la Guardia Civil halló en El Verger el mayor cultivo de marihuana de la Marina Alta con 350 plantas, que estaban camufladas en el interior de un huerto de naranjos. Asimismo, a finales de la semana pasada entre Gorga y Benilloba se desmanteló otra granja de marihuana con 800 plantas y que tenía capacidad para producir entre los 300 y los 400 kilos de esta droga al mes.

De todas maneras, el hachís sigue siendo la sustancia ilegal de la que más cantidades se intervienen: más de 16 toneladas durante el primer semestre del año. En cuanto a la cocaína, la cifra fue de 155 kilos; y la heroína sigue en retroceso con apenas 700 gramos. Fuentes de la Fiscalía Antidroga explicaron que la diferencia con la marihuana es que las entradas de hachís y cocaína se hacen para distribuirla a otros territorios. En el caso del cannabis, es una droga para el consumo interno. La última memoria de la Fiscalía General colocaba a la provincia como la tercera de España en operaciones contra el narcotráfico, tras Cádiz y Las Palmas. Según los datos del ministerio público, más del 60% de los asuntos de la Audiencia Provincial están relacionados con el tráfico de drogas.

Un cultivo que requiere mimo y cuidado

El cultivo de la marihuana se encuentra en este momento en su punto álgido, ya que las plantas han florecido y se está en pleno proceso de recolección. Según explica un joven que tiene dos macetas en casa para su propio consumo, la adquisición de las semillas es sencilla y puede realizarse a través de revistas especializadas o en establecimientos específicos, "aunque siempre que sean para coleccionistas, porque está prohibido germinarlas". El proceso de cultivo de las plantas requiere de mucho mimo y cuidado, y los "cultivadores" deben saber que el tratamiento no es el mismo si la mata está en interior (donde la iluminación se suministra con focos automáticos que permiten adelantar la floración) o en exterior, donde la plantación se realiza en marzo y se coloca en zonas donde haya muchas horas al sol, lo que en áreas como el Levante obliga a suministrarles una gran cantidad de agua. "También hay que tener en cuenta el tipo de cannabis que se va a plantar, porque no es lo mismo la índica, que la sátiva o la rudelaris que son de autofloración y que pueden estar listas en unos sesenta o setenta días", señala este joven que asegura que estos momentos hay que llevar cuidado con el robo de plantas por parte de personas que se dedican a su comercialización debido a la crisis económica. Las plantas pueden superar los dos metros de altura y una vez que se corta el cogollo se procede a su secado en espacios oscuros y sin humedad. El cogollo se deja colgado unas dos o tres semanas, cuando llegará el momento del curado disponiendo la hierba en cajas de madera que se abren cada dos días durante unos minutos con el fin de renovar el aire y eliminar la humedad restante. A los dos meses, para quien gusta de la marihuana muy curada, la hierba se coloca en botes de cristal con el fin de ir consumiéndola a lo largo del año hasta la siguiente recolección. M. J. MORA