Las escuelas oficiales de idiomas de la provincia se han quedado este curso más pequeñas que nunca para poder atender la demanda que genera la fiebre por aprender otras lenguas, especialmente el inglés, que se lleva el bocado más grande con cerca del 70% de una matrícula que ha dejado sin plaza a más de 8.000 aspirantes.

El creciente interés por recibir clases de idiomas ha llevado este año a aspirar a uan matrícula en los centros de Alicante, San Vicente de Raspeig, Villena y Elche a unas 13.000 personas, frente a las 9.000 preinscripciones contabilizadas en 2009-2010.

Con respecto al año anterior las solicitudes se han incrementado en un 30% de golpe. Sólo en el centro de Alicante se ha pasado de 6.000 preinscritos en 2009 a los 9.000 en 2010. En las escuelas de San Vicente del Raspeig y Villena, que funcionan como aularios o extensiones de la primera, las solicitudes han alcanzado los 3.000 preinscritos. Y en Elche la demanda se ha disparado también con un 42% más de solicitudes que el curso pasado y alrededor de 600 sin matricular.

Es por eso que más de 8.000 personas entre los preinscritos se han quedado fuera y sin posibilidades de lograr una plaza, porque la oferta ronda las 5.000 vacantes de nueva creación incluidos los centros anexionados. "Estamos completamente a tope, no se puede ampliar más la capacidad de nuestra escuela, de ahí que haga tanta falta una nueva escuela en la zona", reclaman en Alicante.

Parece "inexplicable", como señalan algunos profesores, que la Conselleria de Educación no se esté planteando atender estas elevadas cifras de demanda con la construcción de un nuevo centro para la comarca de l'Alacantí. Calculan que la población teórica a la que podría satisfacer rondaría los 100.000 habitantes, desde la Playa de San juan hasta Xixona.

Pero no sólo no ha aumentado la oferta en la misma línea que la demanda, sino que incluso ha ido a menos que el curso pasado porque el recorte de profesorado llevado a cabo por la Conselleria de Educación, con la crisis como telón de fondo, ha dejado a las escuelas de Alicante y Villena, por poner un ejemplo, con un 5% menos de capacidad. Ambos centros tienen este año dos aulas menos, y eso que en el último momento, ante la evidente presión de la demanda, la conselleria dejó el recorte previsto en la mitad y recuperó otras dos aulas para cada uno de los centros que previamente también había eliminado.

El trago de quienes se han quedado fuera pasa por el obligado sorteo previo de las plazas para repartir las que se ofertan y evitar colas infrahumanas. Este año ha vuelto a salir en el bombo la letra D, en el caso del centro de Alicante, pero en apenas semana y media, cuando ya se había llegado a los apellidos que empiezan con la letra M, se agotaron las posibilidades. El aumento de la demanda también lo ratifica este extremo porque el curso pasado hubo plazas hasta la letra P.

En la Escuela de Idiomas de Elche el inglés y el francés, como no podía ser de otro modo, han sido los idiomas más demandados en un centro en el que además se imparte italiano, alemán, árabe y valenciano.

Al inicio de este curso el mayor número de plazas vacantes correspondía a la lengua autóctona, mientras que sólo en los cursos más elevados de francés e inglés se podía encontrar algún hueco. Este ejercicio ha matriculado cerca de 3.400 alumnos además de los 600 repartidos en los aularios de Crevillent y Novelda. En Elda, son 400 aspirantes los que se han quedado sin plaza.

Veinte años con la oferta casi estancada

Responsables de la Escuela Oficial de Idiomas de Alicante constatan que cuando se creó el centro, hace ahora veinte años, en 1990, contaba con la mayoría de los ocho idiomas que se imparten ahora, a excepción del Griego, el Portugués y el Chino que se incorporaron algo más tarde. "Pero veinte años después apenas hemos crecido el volumen de la oferta, mientras que la demanda se ha disparado", hasta rebasar este curso todos los límites imaginables: "Es una barbaridad", corroboran los profesores de un centro que han visto crecer la escuela como tal desde que arrancara en las instalaciones del Puerto de Alicante primero y se ubicara posteriormente en las aulas del antiguo instituto Politécnico -hoy Antonio José Cavanilles-, hasta conseguir el actual edificio "orgullo para la ciudad porque es uno de los más modernos y mejor equipados de todo el Estado", como subrayan desde la dirección. En todo este tiempo, los citados veinte años, la oferta del idioma estrella, el inglés, apenas se ha llegado a incrementar en un 20%, mientras que en tan sólo un año, el actual, la demanda ha crecido de golpe hasta el 30%. Por aquel entonces se quedaban fuera alrededor de 1.500 personas, cifra que ahora supera los 7.000.