Cerrados pero adecentados. Así pretende la Concejalía de Imagen Urbana que se mantengan los establecimientos de la ciudad que han dejado de prestar alguna actividad y ya ha comenzado a actuar contra tres que presentan un gran abandono, dos de ellos en la Explanada y uno en la Plaza de Luceros. Desde este departamento se obliga a los propietarios a mantener en condiciones la fachada, cornisas y cualquier otro elemento deteriorado que pueda suponer un riesgo para los peatones así como a retirar los rótulos.

En los últimos años, los locales cerrados se han multiplicado y desde el Colectivo de Comerciantes por Alicante calculan que han tenido que cerrar sus persianas 600 establecimientos desde el inicio de la crisis. No obstante, la ofensiva municipal se dirigirá a aquellos que presenten mayor abandono y generen una mala imagen para la ciudad. Por ese motivo, la edil del área, Oti García-Pertusa, señala que "se ha comenzado por los que se encuentran en zonas emblemáticas como la Explanada o la plaza de Luceros y presentan deficiencias".

Uno de ellos es el antiguo restaurante Delfín, entre San Fernando 25 y Explanada, donde se detectó un mal estado general de la planta baja, una marquesina peligrosa que debía ser retirada y una red de saneamiento necesitada de reparación. En este caso "falta que el propietario termine la parte interior", explica García-Pertusa. Otro de los casos, también en la Explanada, es el del local de una entidad bancaria donde las cornisas también presentaban riesgo y que está terminado a falta de que se presente el certificado de fin de obra ante el Ayuntamiento. En la plaza de Luceros, a la altura del número 14, la Concejalía abrió expediente al propietario de un comercio cerrado desde hace tiempo que todavía mantenía el rótulo con el nombre del establecimiento y cuya fachada estaba repleta de pintadas.

Los propietarios de los locales están obligados a mantenerlos en condiciones y, como recuerda la edil del área, "de no hacerlo se enfrentan a multas coercitivas que van en función del estado de deterioro en el que se encuentren". De esta forma, explica que "primero se le requiere al propietario para que acometa la remodelación y se valora lo que costará la reparación". De no acometer los trabajos, el precio calculado de la reparación se divide en diez multas que se le van notificando progresivamente si no los llevan a cabo. Finalmente, si no lo hacen "el Ayuntamiento ejecuta la reforma de forma subsidiaria y después se lo cobra al propietario a través de Suma".

Este tipo de ofensiva ya se lleva a cabo en los solares, pues ya ha abierto cerca de 600 expedientes a los propietarios de parcelas en lo que va de año para obligarles a limpiarlos, vallarlos y, en algunos casos, desratizarlos. En estos casos, la normativa municipal obliga a los dueños de los solares a mantenerlos en condiciones de seguridad y salubridad bajo multas que de 3.000 euros de media.La mayor parte de los solares descuidados se encuentran en zonas de expansión urbanística, como el entorno de la Playa de San Juan o la Albufereta, así como la Gran Vía y sus calles adyacentes

"Suciedad, cornisas peligrosas o daños en la estructura"

El elevado número de establecimientos cerrados hace complicad llevar un control exhaustivo sobre todos ellos, pero desde la Concejalía de Imagen Urbana indican que se hará "poco a poco y dando prioridad a los que más abandono presenten", como destaca la edil Oti García Pertusa, quien sostiene que "además de retirar los rótulos, los propietarios tienen que mantener en condiciones de seguridad y ornato sus establecimientos". De esta forma, se actuará bien a instancia de los ciudadanos que denuncien el mal estado de algún local cerrado o por iniciativa propia de los técnicos municipales, quienes tendrán en cuenta "no sólo la suciedad que presente la fachada, también la peligrosidad de las cornisas, si la estructura está saneada, si hay aluminosis o cualquier otra patología".

"Vamos a actuar de la misma forma que lo hacemos con los solares para que la ciudad tenga una buena imagen", asevera García Pertusa, quien considera que "no tiene sentido que un local que ha cesado su actividad siga manteniendo el rótulo". Al respecto, apuntó que en el caso de que los locales cerrado se encuentren en buenas condiciones también se instará a los propietarios a retirar los luminosos o rótulos si bien "se les dará primero un tiempo para que lo hagan".