La Federación Provincial de Comunidades de Regantes ha decidido enviar un informe al secretario de Estado de Medio Rural, Josep Puxeu, en el que propone la construcción de una segunda toma del agua para el trasvase Júcar-Vinalopó aprovechando los caudales que se vierten todos años al Júcar desde el pantano de Tous y en que en su mayoría acaban en el mar tras pasar por la Albufera de Valencia. De esta forma los futuros usuarios del trasvase disfrutarían de agua de calidad -la misma que se utiliza en Valencia y se bebe en Albacete- y el Ministerio no tendría que construir la polémica potabilizadora.

En concreto, el planteamiento de la Federación, que respalda la postura de la Junta Central de Usuarios, pasaría por conectar el embalse con el trasvase construido por el Ministerio de Medio Ambiente en el tramo del sifón Barxeta-Xátiva, lo que permitiría contar con "agua potable de gran calidad que ahora mismo se va al Turia y a la Albufera. Hablamos de una cantidad que no altera para nada el caudal del Júcar y que, además, permitiría ahorrarnos la potabilizadora", subraya Ángel Urbina, portavoz de la Federación.

Los regantes estiman que el coste de esta infraestructura rondaría los 25 millones de euros, un 40% menos que la potabilizadora para la que no tiene presupuesto Medio Ambiente. Según los datos en poder de los regantes, conseguidos de los que maneja la propia Confederación Hidrográfica del Júcar, el embalse de Tous ha llegado a tener este año almacenados 250 hm3 que ha sido soltando al río "porque a partir del próximo miércoles, día 30, el embalse no puede tener más de 80 hm3 en prevención de cualquier avenida producto de la gota fría que nos suele visitar en otoño", añadió Urbina. La toma Tous-trasvase supondría, además, un ahorro de 90 metros en la elevación del agua en relación al azud de la Marquesa, con lo que se abarataría sensiblemente el coste de gestión de la futura canalización, según la información facilitada por la Federación Provincial que se va a enviar a Puxeu.

Cambio de estrategia

Los futuros usuarios del Júcar-Vinalopó han decidido cambiar de estrategia en la negociación que mantienen con el Ministerio de Medio Ambiente para la gestión de los recursos que lleguen a la provincia desde el Júcar a fin de acabar con la sobreexplotación de los acuíferos. Regantes y Usuarios han trasladado al Ministerio de Medio Ambiente dos condiciones innegociables para aceptar los caudales que lleguen del polémico Azud de la Marquesa: el precio del metro cúbico del agua que se almacene en el embalse de San Diego (Villena) no deberá superar los 0,18 euros por metro cúbico y la calidad deberá ser la misma que se acordaron usuarios y Ministerio en el proyecto original cuando el agua se captaba de Cortes de Pallás. Si se cumplen estos dos requisitos el trasvase será una realidad y el agua podrá a comenzar por las canalizaciones del postrasvase. Si los análisis son contrarios el agua se quedará embalsada. De esta forma, usuarios y regantes tratan de cambiar de estrategia. Renuncian al conflicto directo con el Ministerio pero están dispuestos a ser inflexibles en una cuestión clave como es el futuro de los recursos hídricos en gran parte de la provincia.

Mientras, Consell y Medio Ambiente siguen sin mover ficha en una especie de idilio que ha comenzado a levantar todo tipo de suspicacias entre los agricultores.

La empresa que coordina la ejecución de las obras del trasvase, Aguas del Júcar, asegura que tiene prácticamente a punto el trasvase para comenzar a llevar agua a la balsa de San Diego. Algo que, sin embargo, no garantiza su posterior distribución inmediata porque la infraestructura debe someterse a pruebas al menos un año.